¿Qué trucos podemos aplicar sobre la epidermis para que la piel esté menos rugosa y recupere su suavidad y tonicidad? Una piel deshidratada, sea seca o grasienta, es el resultado de una falta de agua en la dermis, lo que provoca una bajada de la producción de colágeno y por lo tanto una falta de elasticidad en la piel.

Todo el mundo sabe que el frío reafirma la piel, por lo tanto para cerrar mejor los poros no os apliquéis nunca agua caliente en la cara. Este es el primer gesto cotidiano que se debe adoptar para evitar la rugosidad de la piel. No os olvidéis tampoco de beber mucha agua, porque ayuda al mantenimiento del nivel de hidratación de la piel.

A menudo, vuestra epidermis se transforma en piel de cocodrilo para una falta de exfoliación regular. La exfoliación, cuidado indispensable para mantener una piel tersa y suave, debe realizarse al meno dos veces en semana. El peeling permite también activar la renovación de las células, eliminando las pieles muertas.

Otro truco consiste en reemplazar vuestra crema de noche por una mascarilla hidratante. Por supuesto, se aplica en cantidades menos generosas sobre el rostro, y por la mañana, la piel estará mucho más lisa e hidratada.

Para el día, elegid una crema hidratante rica para nutrir correctamente la piel seca, con algún activo enriquecido a base de aceites esenciales. No os olvidéis de los tres pilares fundamentales para mantener una piel bonita: limpiar, exfoliar, hidratar.

En las farmacias o parafarmacias, existen emulsiones hidratantes que son muy eficaces para reconstruir el film hidrolipídico de la piel, y son ideales para pieles muy secas.