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La electroestimulación es un tipo de técnica que sirve para remodelar el cuerpo y funciona por medio de impulsos eléctricos que generan contracciones musculares. Tienen un efecto estimulante que moviliza los depósitos de grasa que se encuentran en distintas zonas del cuerpo.

A través de este tratamiento es posible reafirmar y tonificar los músculos, además de rehabilitarlos. Es excelente para evitar la flacidez de muslos,  glúteos y piernas, como también de brazos y espalda.

La técnica en sí misma no es nueva ya que era utilizada en los años 70 como un medio de rehabilitación ayudando en problemas de contracturas, trombosis, atrofia muscular y músculos paralizados, además de aliviar el dolor.

Su funcionamiento es sencillo y se lleva a cabo por medio de la aplicación de corrientes que lo que hacen es simular el mismo impulso eléctrico que el sistema nervioso le manda al músculo para que realice una contracción.

Este tipo de estímulo se realiza por medio de la colocación de electrodos sobre el área que se desea tratar y las contracciones de los músculos producen diversos efectos que son útiles para el tratamiento estético.

La electroestimulación posee tres efectos importantes a nivel fisiológico:

  • Es una gimnasia pasiva que al producir la contracción muscular tonifica reduciendo la flacidez.
  • Produce un estímulo de tipo circulatorio que favorece la circulación tanto superficial, como la profunda y la linfática. Siendo efectiva para el tratamiento de problemas circulatorios.
  • Es un excelente activador del metabolismo y genera recambios nutritivos importantes.
  • Como activador del metabolismo, promueve los recambios nutritivos.
  • Con la electroestimulación se pueden trabajar piernas, glúteos, caderas, estómago y brazos.
  • Es ideal para aumentar el tono y la elasticidad de la piel ya que reafirma los músculos, reduciendo también la flacidez secundaria cuando se ha bajado de peso.
  • También se la utiliza como un complemento en los tratamientos contra la celulitis y es un fantástico drenaje linfático tanto corporal como facial.

Sin que el paciente deba hacer esfuerzo alguno, por ello se la llama de gimnasia pasiva, en cada sesión se tonifican los músculos y de existir zonas con adiposidades se aplica una corriente continua que hará que se reduzca la retención de líquidos mejorando también la circulación.

Una sesión dura en media unos 45 minutos y puede combinarse en una misa sesión ondas rusas, masajes denantes con cremas reductoras. Se recomienda realizar 3 sesiones por semana para ver los resultados más rápidamente.

Luego de un mes de tratamiento ya pueden verse los resultados con una gran disminución de los depósitos grasos, mejora en la piel y atenuación de la celulitis.

Este tratamiento no puede ser realizado en personas con marcapasos, tumores y metástasis o en el abdomen en mujeres embarazadas.