• Autor de la entrada:
  • Tiempo de lectura:4 minutos de lectura

En muchos casos de obesidad el hacer dieta y ejercicio no es suficiente, porque si bien se logra bajar de peso, la acumulación de grasa en exceso se encuentra depositada en ciertas partes del cuerpo produciendo irregularidades en la figura que son totalmente antiestéticas.

Es entonces el momento de pensar en alguna alternativa que sea viable para solucionarlo y la cirugía estética es uno de los caminos que puede devolver las medidas armoniosas a nuestro cuerpo.

Tradicionalmente,  las cirugías que se hacían para eliminar la grasa acumulada en distintas zonas del cuerpo, dejaban alguna marco o cicatrices que en vez de mejorar el estado de ánimo del paciente le sumaban una frustración más.

Afortunadamente, con el avance tecnológico en materia de cirugías de este tipo y la rápida evolución en esta rama de la medicina, hoy pueden eliminarse los depósitos de grasa sin necesidad de incisiones ni suturas demasiado traumáticas solucionando así el problema e las cicatrices.

Técnicas quirúrgicas de alta precisión permiten al profesional realizar cirugías que además de quitar los depósitos de grasa le permiten atenuar tanto la flacidez como la celulitis que pudiera existir en la zona tratada.

La combinación efectiva de diversos procedimiento y la utilización de aparatos sofisticados como la energía modeladora y el escáner personal, que analiza dónde se encuentra el tejido graso y evita incisiones innecesarias, ha logrado que toda la operación se desarrolle en aproximadamente dos horas, sin necesidad de internación y utilizando en la mayoría de los casos anestesia local.

Además, la cirugía estética en la actualidad utiliza diferentes tipos de energía logrando disolver la acumulación de grasa en diferentes zonas del cuerpo como abdomen, glúteos, muslos y brazos.

Según el tratamiento realizado se utilizan distintos tipos de energías, láser, ultrasónica o radiofrecuencia y en ciertos casos se hacen combinaciones de una con otra para disolver con mayor precisión la grasa localizada, desintegrándola y produciendo un efecto lifting que atenúa la flacidez.

Por otra parte,  la energía puede desintegrar grasa y generar un efecto lifting atenuando así la flaccidez.

El proceso de remodelación de la silueta con la eliminación de los depósitos grasos se cumple en tres etapas:

  • Primero y con la ayuda del escáner se localiza y determina la cantidad de grasa que será eliminada en cada una de las áreas a ser tratadas.
  • Posteriormente un equipo especial emite energía sobre los depósitos grasos y atraviesa la piel llegando al tejido graso y disolviéndolo. Una parte de ese material se disuelve y elimina fisiológicamente y el resto se extrae por medio de una pequeña incisión por donde se coloca una dispositivo que absorbe los restos que pudieran haber quedado.
  • En una tercera etapa se realiza un masaje con un rodillo especial que nivelará la zona tratada dejando la piel lisa y perfecta.

Hoy, gracias a los adelantos en materia estética la medicina nos brida la posibilidad de mejorar nuestro aspecto físico, pero existen dos cosas que debemos tener en cuenta antes de tomar la decisión de someternos a una operación: La primera es que debe tratarse de la única opción viable,  habiéndose ya hecho lo posible a través de medios tradicionales (dieta, ejercicio, masajes) y la segunda que la elección recaiga sobre un cirujano especializado en este tipo de tratamiento, conociendo con anticipación como será la intervención, posibles complicaciones y viendo otras pacientes ya operadas tener una idea de cómo será el resultado final.