Las estrías de la piel son la consecuencia de una modificación, más o menos rápida, del peso corporal. Suelen aparecer en períodos claves de nuestra vida: el embarazo, o la pubertad, pero también cuando se varía constantemente de peso corporal.

Al principio son rojas, o ligeramente violetas, y después terminan atenuándose con los años, haciéndose más pálidas, pero sin desaparecer completamente de la superficie cutánea. Lo ideal es evitar su aparición, puesto que una curación eficaz, hasta el día de hoy no se ha encontrado.

La vitamina A ácida

Es el único tratamiento eficaz: la aplicación de cremas con vitamina A ácida, deben ser prescritas por el dermatólogo. Esta substancia actúa regenerando la piel, y es bastante eficaz a condición de ser escrupulosamente aplicada a diario, durante dos años como mínimo.

Los efectos secundarios son bastante molestos, puesto que la vitamina A ácida es muy irritante, y puede secar la piel (habrá que compensarlo con una crema muy hidratante, aplicándola con cierta regularidad). En todo caso, está desaconsejada su aplicación durante el embarazo (momento en el que más falta hace), puesto que existe un riesgo real de malformación en el feto.

Prevención

La prevención es la mejor arma para impedir la aparición de las estrías en la piel. Lo ideal para esto es hidratar al máximo la piel, y todos los días. Además, en los períodos de riesgo como durante el embarazo, la pubertad, o mientras seguís algún tipo de régimen, la hidratación cutánea es mucho más importante.

Efectivamente, cuanto más tonificada y elástica esté la piel, menos riesgos existen de que se rasgue. Además de las lociones hidratantes vendidas en los comercios, podéis utilizar ciertas cremas antiestrías que poseen activos más específicos, como por ejemplo el aceite de almendra dulce. En estos casos es bueno dejar actuar el producto durante toda la noche.