A todas nos ha pasado, nos hemos gastado un dinero en un producto de última generación, pero ahora no sabemos muy bien cómo utilizarlo. Veamos una serie de consejos para mejorar la eficacia de una mascarilla capilar, y mantener un cabello bonito, sedoso y brillante.

Las mujeres que tienen poco tiempo suelen aplicarla después de lavarse el pelo con el champú, con el pelo mojado, pero bien escurrido. Al tener el pelo poroso por la acción del agua caliente, estos están más receptivos para acoger los principios activos del producto.

En cualquier caso, estando de pie en la ducha, o tumbadas en la bañera, casi nunca se emplea el tiempo necesario que requiere mantener aplicada una mascarilla sobre la cabeza.

Mujer con mascarilla capilar en la bañeraSin embargo, cuanto más tiempo tengamos la mascarilla, mayores serán los beneficios que podamos aportar al cabello, y de los que tiene necesidad para regenerarse. Las impacientes prefieren pues aplicar la mascarilla antes de la ducha.

Una vez extendido el producto, sólo tienen que dedicarse a sus actividades cotidianas y olvidarse de que llevan una mascarilla hasta el momento de aplicar el champú. El truco para que sea tan eficaz como si estuviéramos en un baño de vapor: empapar una toalla en agua caliente, y escurrirla antes de envolver el pelo con ella.

Puntas y raíces

Todo depende de la naturaleza de vuestro cuero cabelludo. Si formáis parte de la gran familia de mujeres que tienen las raíces grasientas y las puntas secas, lo ideal es aplicar el producto por la totalidad del cabello, salvando las puntas. Y si tenéis un cabello más bien fino, conviene no extenderse mucho con un producto que contenga demasiados activos.

La aplicación ideal para conservar un pelo suave: aplicar la mascarilla sobre las puntas, y luego dar una serie de masajes para que el producto penetre bien hasta la mitad del pelo. Y lo más importante, no olvidarse de enjuagarlo a conciencia.

Estos cuidados son buenos para reparar y sublimar un cabello frágil, al que le falta cuerpo o muy castigado por las diferentes coloraciones. Después de unas vacaciones en la playa o en la montaña, la mascarilla permite purificar y reparar un cabello dañado.