El ácido hialurónico está presente de forma natural en muchos tejidos y líquidos del organismo. Por ejemplo, lo encontramos en el humor vítreo del ojo y en el líquido sinovial de las articulaciones, lo que permite el deslizamiento de las superficies óseas entre sí. De hecho se utiliza en cirugía oftalmológica y para el tratamiento de la artrosis de rodilla.

Pero la piel es el reservorio más importante. A nivel de la piel, el ácido hialurónico se encuentra en la dermis y en menor cantidad a nivel de la epidermis. El ácido hialurónico y el colágeno son esenciales para mantener la estructura de las capas de la piel. El colágeno ofrece a la piel firmeza, mientras que el ácido hialurónico nutre e hidrata el colágeno.

Los beneficios del ácido hialurónico

El ácido hialurónico retiene el agua en los tejidos como si se tratara de una esponja. La molécula de ácido hialurónico puede fijar y acumular hasta 1000 veces su peso en agua. Por tanto, juega un papel importante en la cicatrización de la piel. Igualmente es fundamental en la protección contra los rayos UV.

Belleza

El ácido hialurónico se combina con el agua y rellena los espacios intercelulares, lo que contribuye a su poder hidratante excepcional y conlleva un embellecimiento duradero de la piel que se vuelve suave, lisa y elástica, concretamente a nivel del rostro y de los labios.

También sirve para mantener la hidratación de la piel y participa en su tonicidad. La cantidad y la calidad en la dermis disminuyen progresivamente con la edad. Por esta razón, la piel se seca, se debilita, y aparecen las primeras arrugas. Después, progresivamente, los tejidos se relajan y el rostro se ahueca. Estos desequilibrios se acentúan en la menopausia, pero también con el envejecimiento fotoinducido, debido a los rayos UV.

Cosmética con ácido hialurónico

Las moléculas de ácido hialurónico penetran en la piel en función de su tamaño. Cuanto más pequeña son, cuanto más fraccionadas están, mejor penetran en las diferentes capas de la piel. La acción siempre será diferente en función del lugar en el que van a actuar.

Para actuar sobre la tonicidad de la piel y de las arrugas, conviene utilizar cosméticos que contengan microesferas de ácido hialurónico de bajo peso molecular que penetran en la piel y se llenan de agua, estimulando los fibroblastos. Estos cosméticos tienen por tanto un efecto hidratante y sirven para rellenar.

Protegerse de las agresiones externas

Para defender la piel de los agentes externos hay que utilizar cosméticos a base de ácido hialurónico de alto peso molecular que no penetran en la piel, pero que juegan un papel de barrera contra las agresiones, un papel antirradicales, y un papel de esponja, impidiendo que el agua se evapore de la piel.

La presencia de ácido hialurónico en un cosmético no significa que tendrá una acción profunda sobre la dermis. Todo depende del tamaño de las moléculas de ácido hialurónico contenidas en la crema. Algunos laboratorios de cosmetología se han especializado en los cuidados a base de ácido hialurónico y combinan moléculas de diferentes pesos moleculares con el fin de actuar en todos los niveles.

Complementos alimenticios

Para completar las inyecciones de ácido hialurónico y potenciar la acción de las cremas antiarrugas, existen cápsulas de ácido hialurónico, destinadas a hidratar la piel en profundidad y dar mayor densidad a la dermis.

En todo caso, estas moléculas de ácido hialurónico consiguen penetrar hasta la dermis, es decir que tienen una buena biodisponibilidad. Todos los complementos alimenticios no ofrecen esta propiedad. A la hora de escoger un complemento alimenticio, no es tanto la concentración de ácido hialurónico lo que es importante, sino su capacidad para cumplir su objetivo.

Diferentes tipos de complementos alimenticios

Todos los ácidos hialurónicos no sirven para lo mismo. Las formas en comprimidos y en cápsulas son menos asimiladas por el organismo ya que existe una pérdida importante del principio activo a través de la orina. Para que el ácido hialurónico llegue a esos lugares de acción es preferible escoger el producto en forma de aceite, es decir en cápsulas blandas. De esta forma se asimila mejor, y se obtienen mejores resultados.

En conclusión

El ácido hialurónico es una ayuda indispensable para mejorar la hidratación y la firmeza de la piel, reducir las arrugas, lubricar y proteger los cartílagos de los deportistas, aliviar los dolores articulares que van asociados a la artrosis.

Igualmente, favorece la cicatrización y la reconstrucción del tejido cutáneo tras una lesión. También sirve para lubricar e hidratar el ojo en caso de sequedad ocular.