Muchas son las parejas que prefieren celebrar su boda en primavera o en verano. Por lo tanto suele ser bastante normal que las salas de banquete estén ocupadas y muy solicitadas así como los catering. De ahí el interés de poder escoger un mes de otoño para darse el sí. En efecto, en otoño, las reservas son mucho menores y los precios pueden bajar incluso hasta un 40%, tanto para la sala del banquete o la recepción, o para utilizar los servicios de un catering.

Unos invitados más disponibles

Celebrando la boda en otoño, se tiene la suerte de que los invitados estén más disponibles puesto que las vacaciones de verano se han terminado desde hace varias semanas. Normalmente esta estación suele ir marcada por la celebración de Todos los Santos, y los riesgos son menores de que la fecha termine por olvidarse.

Diferentes temas para la celebración

Las bodas a base de un tema específico son cada vez más tendencia. Se pueden elegir temas a base de colores o temáticas con un argumento preciso, ciertamente no son las ideas las que faltan para una celebración del matrimonio en otoño.

Traje de novia

En términos de colores, se deben escoger los tonos cálidos, marrón, amarillo oscuro, naranja o rojo, la paleta es amplia. Un pequeño toque de verde oscuro aquí y allá, algunas cortezas, barro y ramas de árboles, en definitiva una decoración que resalte la naturaleza, y el otoño se podrá sentir perfectamente.

Para la elección de la temática, se puede optar por la naturaleza, el período de la recolección, el romanticismo, un tema campestre, o simplemente escoger el otoño como tema y optar por una decoración variada.

El papel de la novia

La novia encontrará también su parte de protagonismo porque podrá escoger un vestido a su gusto que además podrá realizar con diversos complementos, un bolero, un paraguas, un velo, etc. Y para aquellas que no aprecian especialmente el color blanco, pueden optar sin ningún problema por el marfil o el beige, unos colores otoñales por excelencia.

El presupuesto de la boda

Una vez que se ha encontrado el tema deseado para la boda, lo más difícil es fijar el presupuesto. La recepción, el fotógrafo, el ambiente musical, la elección de las flores así como el vestido de la novia, las tarjetas de invitación, el posible alquiler de una limusina, toda una lista de gastos que al final no suman menos de diez y nueve mil euros de media. Para vuestro presupuesto, se debe contar con un 50% para la recepción, 10% para la decoración floral, la música y el fotógrafo, y 20% para el resto de gastos.

Una vez que el presupuesto está establecido, se puede fijar finalmente el número de invitados para la celebración. Lo importante de esta iniciativa es evitar cualquier tipo de deuda después de la celebración, pero también encontrar todas las alternativas posibles para realizar la boda de vuestros sueños.