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Al elegir productos de belleza es muy importante que selecciones productos específicos para tu tipo de piel. Conviene puntualizar que más allá del componente genético, existen otros factores externos o internos que pueden influir en el estado de la piel.

En el caso de la piel seca, la edad es un componente que puede crear una predisposición. Este tipo de piel presenta poca elasticidad y cierta tirantez. Produce menos sebo que la piel normal. De este modo, las personas que tienen una piel seca pueden sufrir algún tipo de descamación e irritaciones.

Para el cuidado de este tipo de piel es muy aconsejable invertir en productos de calidad para el contorno de ojos ya que es esta zona del rostro la que muestra un mayor nivel de vulnerabilidad ante los primeros síntomas de envejecimiento. Como consecuencia de esta falta de hidratación, la piel seca puede mostrar antes los efectos visibles del paso del tiempo. Conviene puntualizar que la sequedad puede darse en distintos grados.

Descubre cuál es tu tipo de piel

2. La piel grasa se define por la aparición de poros y granitos en la piel. Para cuidarla puedes elegir una crema hidratante que no contenga aceite. Además de por el factor genético este aspecto graso también puede estar provocado por otros ingredientes, por ejemplo, el estrés o posibles cambios hormonales. Puedes elegir lociones en gel ya que este tipo de producto ofrece una rápida absorción. Para elegir un producto con un buen nivel de hidratación, elige uno que tenga vitamina E y vitamina C.

3. La piel mixta se define por una combinación de zonas grasas: la frente, la nariz y la barbilla. Mientras que la zona de las mejillas presenta una mayor sequedad. Los cuidados de la piel son necesarios durante todo el año. Para el cuidado de este tipo de piel es recomendable hacer una limpieza por la mañana y otra por la noche utilizando un gel limpiador con base acuosa. Evita utilizar una limpiadora con alcohol. Elige una crema ligera libre de aceite que hidrata en profundidad.

4. La piel normal es el estado ideal que la mayoría de personas quieren tener. Muestra un buen nivel de hidratación y sin brillos. Este tipo de piel resulta muy sedosa al tacto. Elige productos que ofrezcan una buena fuente de hidratación y nutrición ya que más allá de su belleza, el aspecto de este tipo de piel también es vulnerable al efecto del envejecimiento y la polución. No solo como consecuencia de la contaminación sino también como efecto del aire frío o seco.

Conviene puntualizar que existen muchos factores externos que influyen en el estado de la piel. Una dieta carente en vitaminas puede producir problemas cutáneos. La contaminación ambiental es otro de los elementos que hay que añadir a esta lista. Tóxicos como el tabaco también son un foco de vulnerabilidad. La exposición solar sin la protección adecuada es otro factor que deja huella en el estado de la piel pudiendo producir quemaduras y manchas.

Algunas farmacias y centros de belleza cuentan con profesionales que realizan pruebas específicas para identificar el tipo de piel.