Normalmente se suele pensar que el yoga es una práctica física, dedicada únicamente a la relajación. Pero esto no es así. El yoga se declina en muchas formas y puede ser un aliado mayor para recuperar una silueta esbelta y tonificada.

El Ashtanga Yoga

Se trata de una forma dinámica del yoga tradicional, el Hatha yoga. A pesar de que no implica verdaderamente ejercicios cardiovasculares, esta práctica se concentra en el refuerzo muscular y se parece mucho a la gimnasia.

Durante una sesión de Ashtanga yoga, se encadenan rápidamente series de poses dificultosas, combinando respiración y movimiento. Cada asana o postura requiere una serie específica de inhalaciones y exhalaciones. Las series de posturas se presentan en orden de dificultad creciente. Los beneficios de esta práctica intensa son bastante inmediatos y una práctica frecuente permite remodelar y afinar la silueta, pero igualmente desarrollar la resistencia. También permite ganar en flexibilidad y en tonicidad.

Mujer practicando yoga

El Bikram Yoga

Este yoga está considerado como la forma de yoga más intenso. Se trata de un encadenamiento de 26 posturas bien precisas y de 2 ejercicios de respiración, en una sala calentada a 40 grados con una tasa de humedad del 40%. El Bikram Yoga requiere una buena condición física puesto que cada postura debe ser mantenida durante un minuto.

El calor y las posturas aceleran el ritmo cardíaco, provocando una sudoración importante. Con el Bikram yoga, el metabolismo de base aumenta en cada sesión y los músculos queman grasas con mayor facilidad. Una práctica frecuente permite perder peso rápidamente, beneficiando el organismo de los efectos desintoxicantes que esto implica. La única pega es que este tipo de yoga no está aconsejado para personas que tienen problemas cardíacos o respiratorios.

El Power yoga

El Power yoga es la versión occidental del Ashtanga yoga. También es muy dinámico, pero mucho más desestructurado. Si el Ashtanga yoga puede parecer un poco rígido, el Power yoga incluye posturas en las diferentes series para crear una versión única de secuencias. De esta forma, los profesores pueden adaptar sus cursos a los objetivos que desean desarrollar: el refuerzo muscular, la flexibilidad o el equilibrio. Además, se practica bajo un fondo de música rítmico, que puede ir desde el Hip hop, el Jazz, pasando por el Soul.

Esta forma de yoga está muy orientada hacia los beneficios físicos, e incluye incluso ejercicios de fitness o de Pilates. Las posturas que más se practican pretenden el refuerzo muscular y una tonificación de la silueta. Este yoga trabaja la resistencia, implicando una sudoración importante, y permite igualmente adelgazar, al tiempo que se tonifica el cuerpo.

Para los principiantes

Las tres formas de yoga presentadas aquí son bastante intensas, y su práctica requiere una buena condición física. Por tanto, se aconseja a las personas que no sean deportistas o principiantes en yoga que comiencen con una forma mucho más suave. El Hatha Yoga es ideal: valoriza los estiramientos y la respiración, y permite trabajar la flexibilidad y el refuerzo muscular, pero de forma suave.