Los implantes mamarios son, hoy en día, un valor seguro, puesto que representan un 99,9 % de los aumentos de pecho del país. La ventaja de esta técnica es que ya se tiene la suficiente experiencia para saber que no representan ningún tipo de riesgo.

La tecnología permite proponer implantes que ofrecen un resultado cada vez más natural. Con anterioridad, era necesario cambiar regularmente la prótesis (cada 10 años), pero hoy en día, las prótesis no se tienen por qué cambiar tan sistemáticamente.

Las prótesis deben ser reemplazadas, únicamente en caso de que exista algún tipo de problema. Las mujeres que hacen una elección para implantarse una prótesis de pecho, acogen una serie de productos que son menos visibles y que se deforman muy poco.

Los métodos en materia de aumento de pecho han ido evolucionando. Para las mujeres que no quieren que se les ponga un cuerpo extraño, pueden usar el lipomodelaje, o las inyecciones de ácido hialurónico.

Una relación fluida y dialogante con vuestro médico ayudará mucho a que la operación sea todo un éxito. Del mismo modo, el médico os puede indicar cuál es el tamaño de pecho que deberíais implantaros, para que vuestro pecho no quede desproporcionado con relación al resto del cuerpo.

En cualquier caso, para las mujeres que quieren tener un pecho mucho más grande de lo normal, no deben olvidar los problemas que pueden tener si con el tiempo deciden quedarse embarazadas. A la paciente se le debe informar en todo momento de los riesgos y de los límites que no se deben sobrepasar con relación al tamaño del implante, si es que luego no se quieren sufrir una serie de problemas a largo plazo.