Cuidado con la deshidratación

Beber mucha agua. Si tenéis sed, beber un gran vaso de agua, antes de tomar un aperitivo, por ejemplo. De esta forma, beberéis menos alcohol.

Y cuidado, si bebéis alcohol, corréis el riesgo de tener más sed, porque el alcohol es un diurético que tiende a deshidratar el organismo (igual que el café). Lo mejor es quitarse la sed con agua y no con alcohol.

De igual modo, todos los snacks salados o con muchas especias dan sed. Es bueno beber un gran vaso de agua en ese momento. No caigáis en la trampa de beberos un segundo vaso de alcohol. Todavía mejor, evitar ese tipo de picoteo, que no tiene ningún interés nutritivo.

Beber a sorbitos, y saborear mejor la bebida que os ofrecen. Para esto, no os dejéis tentar (no estáis obligadas a beber una copa de cava y el cóctel de la casa), tomaos vuestro tiempo antes de elegir la bebida que más gusto os dé. De esta forma sentiréis menos la tentación de beber una segunda copa en el aperitivo, y evitaréis las mezclas que terminan pasando factura.

Si tomáis dos aperitivos, alternarlos con un vaso de agua. Hacer lo mismo una vez que estéis sentadas en la mesa, vigilando siempre que tengáis dos copas, una para el agua y otra para el vino.

Algunos trucos

Evitar las mezclas de alcohol que os pueden hacer sentiros mal y que tienden a disminuir la velocidad de eliminación del alcohol.

Evitar los lugares demasiado cargados de humo: alcohol y tabaco son tóxicos para el hígado.

No olvidéis, por diversas razones fisiológicas, que el alcohol es más peligroso en las mujeres que en los hombres.

No toméis alcohol si estáis siguiendo algún tratamiento a base de medicamentos: antidepresores, neurolépticos…

Nada de tomar aspirina, ni antes ni después de haber bebido alcohol. La aspirina puede aumentar la concentración de alcohol en la sangre. Entonces, para prevenir o tratar un dolor de cabeza, la aspirina no es el tratamiento más idóneo. Se debe esperar, al menos 4 horas, tras la última ingesta de alcohol.