El arroz forma parte de los cereales más consumidos en el mundo después del trigo. Alimento rico en energía, suele suscitar la controversia entre personas que desean perder peso. Este cereal es una fécula, y sufre de todos los prejuicios inherentes a este tipo de ingredientes. En efecto, muchos piensan que hay que eliminar las féculas del régimen.

Los secretos del arroz

Alimento de origen vegetal, rico en almidón, el arroz es un cereal clasificado entre las féculas. Según las estimaciones, existen unas 130.000 variedades de arroz, de las cuales 70.000 se cultivan en el mundo. El arroz más conocido es el arroz blanco, el arroz marrón, el arroz basmati, el arroz negro perfumado, y el arroz rojo.

A pesar de que no lo parece, este pequeño grano es un alimento rico en vitaminas B y en nutrientes energéticos como los glúcidos. Su proporción en oligoelementos puede ser ligeramente diferente en función de su variedad.

Sin embargo, independientemente del tipo de arroz o de la cantidad ingerida, las necesidades del organismo en glúcidos estarán correctamente cubiertas. Por ejemplo, cuando se comen 100 gramos de arroz blanco cocido, el aporte será de 15 ó 20% aproximadamente con relación a la tasa de glúcidos recomendada.

Plato de arroz

Por otro lado, está comprobado que el arroz contiene fibras. Estos componentes nutritivos contribuyen a regular el funcionamiento del intestino, lo que es un buen punto si se está a dieta. Este cereal contiene igualmente muchos minerales esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo.

El arroz, ¿aliado o enemigo de la dieta?

El arroz posee la ventaja de saciar enseguida. Por consiguiente, no es necesario tomar gran cantidad de arroz, una pequeña porción de 60 gramos es ampliamente suficiente. Esto se explica por la reacción del azúcar complejo contenido en el arroz. Este ofrece una sensación de saciedad pocos minutos después de haber terminado la comida. Esto limita la necesidad de tener que servirse de nuevo y evita el picoteo una hora después de haberse levantado de la mesa.

Por otro lado, el arroz es un alimento pobre en lípidos. Por consiguiente, no favorece el desarrollo de tejidos adiposos en el cuerpo. Esta es una ventaja para las personas que quieren mantener la línea o perder peso. En todo caso, a la hora de hacer una dieta, lo mejor es optar por el arroz integral. Este tipo de cereal no contiene ningún azúcar refinado, lo que hace de él una fécula mucho menos calórica que el arroz blanco. Además, los alimentos integrales contienen el doble de fibras que el resto. No solamente ofrece mayor sensación de saciedad, sino que se trabaja al mismo tiempo el tránsito intestinal, y se eliminan mejor las toxinas.

Perder peso consumiendo arroz

Si se desea perder peso, conviene escoger correctamente la variedad de arroz que se debe consumir. Ciertamente, algunas familias de arroz son más calóricas que otras. Por ejemplo, el arroz marrón contiene 111 calorías por cada 100 gramos, mientras que el arroz blanco cuenta con 130 calorías. Además, contiene más fibras, lo que evita el estreñimiento, bastante normal a la hora de hacer una dieta.

En paralelo a la elección del tipo de arroz, conviene utilizar una correcta técnica de cocción. Por lo general, se recomienda utilizar 3 tazas de agua para cocer 2 tazas de arroz. Basta con hervir el arroz en una cacerola, con un poco de sal, durante 15 minutos.

Evidentemente, en el momento de servirlo, no conviene añadir mantequilla, ni salsa, ni nata, ni salsa boloñesa para acompañarlo. Lo ideal es combinarlo con un alimento sano como puede ser la carne blanca, un trozo de jamón blanco, o un filete de tofu. También se pueden añadir verduras como judías verdes, brócoli, calabacín o zanahoria.