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El otoño trae consigo algunas rutinas que requieren de un tiempo de adaptación. Este fin de semana se produce el cambio de hora que trae consigo también una consecuencia que puede influir sobre el estado de ánimo: oscurece pronto cada tarde. La vida es tiempo, por lo que lejos de ser un factor secundario, el paso de las estaciones y los ritmos temporales también marcan una circunstancia.

Los días más cortos del otoño pueden producir cierta añoranza de las largas jornadas estivales que inspiran vitalidad y energía positiva. Conviene aprender a apreciar los placeres que nos regala cada época del año, sin establecer constantes comparaciones con otro momento del año.

Recomendaciones para adaptarte al cambio de hora

El otoño nos regala esa agradable sensación de observar la lluvia desde la ventana de casa, los paisajes nostálgicos marcados con tonos menos vivos pero igualmente bellos, los planes acogedores en cafeterías y, también, las tardes de cine. Todos estos placeres de otoño también se convierten en algunos de los puntos más positivos para afrontar con la mejor actitud el cambio de hora, que puede hacerse más duro durante los primeros días por esa sensación de estar experimentando un ritmo distinto al habitual.

Sin embargo, pese a que el otoño invite más al confort de pasar más tiempo en casa, es muy positivo programar excursiones, organizar planes al aire libre, pasear en bicicleta y disfrutar del contacto con entornos naturales porque estos planes ayudan a afrontar el cambio de hora otoñal.

El cambio de hora puede influir especialmente en el apetito y en el sueño. Una de las recomendaciones más prácticas para afrontar el cambio de hora es mantener la rutina de disfrutar de paseos y realizar ejercicio físico durante el otoño. Intenta aprovechar las horas de luz natural para disfrutar de algunos de estos paseos. El ejercicio físico realizado de forma moderada ayuda a ajustar el reloj interno.

Conviene evitar estar hasta tarde cada noche viendo la televisión, especialmente, si se debe madrugar al día siguiente para ir al trabajo. El descanso reparador aporta un relax físico y emocional, los sueños nutren el ánimo de las personas. Por esta razón, también es positivo establecer una rutina previa al sueño, por ejemplo, realizar un ejercicio de relajación. Es conveniente no encender el ordenador después de la hora de la cena y dejar el teléfono móvil fuera de la zona de descanso.

Mantener horarios habituales y un estilo de vida activo es un estímulo de bienestar muy importante. Las rutinas forman un hábito. Y una siesta breve de quince o veinte minutos puede ser un medio de descanso para recargar energías en los días posteriores al cambio de hora que se produce durante este fin de semana. ¡Disfruta del otoño y feliz semana!