Gran pregunta, cuando se acerca el verano: ¿qué ropa llevar en la oficina? ¿Falda, vestido, escote, qué me puedo poner y en qué condiciones?

1. La falda

Cuando se es grande, se opta por una falda ligeramente ajustada, que esculpa las caderas, y de un material fresco. En cuanto al largo, justo por debajo de las rodillas. Por el contrario, si se es pequeña, se debe priorizar una falda por encima de las rodillas. Igualmente, se puede llevar una falda vaquera, a condición de combinarla con una chaqueta de blazer y una parte de arriba más vestida, para evitar un estilo demasiado casual. Finalmente, están permitidos los estampados, pero con moderación. Se combina pues la falda con unos estampados y una chaqueta monocolor. Un color que encontramos en la falda, para un conjunto más armonioso.

En todo caso, se deben evitar los estampados, que no respeten los códigos de los colores. Ilusión óptica garantizada. Los colegas no apreciarán este estilo forzosamente. Igualmente, una falda demasiado ajustada, o transparente, estará mal vista en el trabajo.

El must: una falda étnica de tubo, con un camisero fluido de un solo color, que se meta por dentro, y con cierto volumen. Esto se combina con una chaqueta sencilla, sin elegir obligatoriamente un estilo smoking o working girl. Finalmente, en cuanto a los zapatos, se debe optar por unos compensados en cuero negro.

2. El vestido

El clásico vestido negro, que llega por encima de la rodilla, con un escote ligeramente abierto. En versión de diferentes colores: gris, beige, carne y coral, para aportar un toque de luz al open space.

La moda del verano

Se deben evitar los vestidos playeros, muy largos, sin tirantes, o anudados alrededor del cuello, como si fuéramos a darnos un paseo por la playa. Se deben evitar los vestidos frufrú, verdaderamente too much y los vestidos de noche. Igualmente hay que dejar de lado los escotes exagerados.

El must: un vestido de algodón, combinado con una chaquete, un cinturón y unos zapatos planos. Un look cómodo, chic y adaptado.

3. El pantalón

Un pantalón fluido, un poco ancho, con un material ligero, como la seda, para cinturas estrechas. Se debe combinar con un camisero amplio, que se debe meter por dentro del pantalón. Las mujeres con más curvas optarán por un pantalón de talle alto, que alarga la silueta y destaca las formas generosas.

Se deben evitar los talles bajos, que dejan ver las nalgas cuando os sentáis u os agacháis para recoger algo. Los sarouels, son difíciles de combinar con una prenda clásica y más seria. Pero también los shorts, que desvelan demasiado sobre vuestra anatomía.

El must: un pantalón color zanahoria o negro, combinado con una blusa fluida blanca, con algo de volumen. Finalmente, todo se completa con una chaqueta negra y unos zapatos compensados de color camel.