Ser más fuertes no es probablemente el objetivo del entrenamiento número uno de las mujeres. Probablemente se trate más bien de una perdida de peso o de tonificar el cuerpo. Sin embargo, lo que algunas mujeres no suelen tener en cuenta es que la musculación puede contribuir considerablemente a perder peso. De hecho, se trata de un aspecto importante en la realización de prácticamente todo objetivo de forma física.

Perder peso y ganar fuerza

La musculación es un excelente medio para perder peso y tonificar y reafirmar el cuerpo. Levantar mancuernas permite estimular el metabolismo, lo que significa que se queman calorías incluso durante los tiempos de recuperación. Pero, ¿qué ocurre con el aumento de masa y de volumen? Existen muchos factores que impiden esto: la producción de testosterona, el tamaño de las fibras musculares, su reparto y su proporción.

Para aclarar las cosas: menos testosterona significa menos masa muscular. Las mujeres solo producen el 10% de la cantidad de testosterona producida por los hombres. Por otro lado, las fibras musculares de las mujeres son más pequeñas y menos densas en la parte superior del cuerpo.

Abdominales

La fuerza mental y la tenacidad

Si alguna vez se ha sufrido por culpa del estrés, de la ansiedad o incluso de la depresión, la musculación podría convertirse en el remedio necesario para superar estas dificultades de la vida. Muchos de los beneficios psicológicos combinados con la musculación provienen de las endorfinas. Estas hormonas de la felicidad actúan sobre el cerebro, mejorando el estado de ánimo, reforzando la respuesta inmunitaria, y reduciendo el estrés.

Practicar frecuentemente musculación mejora la vida en materia de gestión del estado de ánimo, de la salud y del estrés. Además, cuanto más se desarrolle una mejor imagen de una misma, la estima personal y la confianza aumentan.

Entrenarse duro, equivale a dormir mejor

Si existen dificultades para dormir o que se sufre de insomnio, la musculación ayuda a resolver este problema. Estimula la liberación de hormonas del crecimiento en el cuerpo, lo que tiene un impacto positivo sobre la calidad del sueño y reduce el tiempo necesario para dormirse. La calidad del sueño es un factor fundamental para el crecimiento y la recuperación, en particular después del entrenamiento.

Las funciones cognitivas, el estado de ánimo, la apariencia física, la tasa de recuperación tras una sesión, y el nivel de rendimiento durante el entrenamiento están directamente influenciadas por el sueño.

Mejorar los rendimientos atléticos

La fuerza es el elemento de base de los rendimientos atléticos globales. La musculación aumenta la potencia que necesita el cuerpo para realizar sprints y refuerza igualmente los músculos para prepararlos a soportar la carga y las tensiones provocadas por una carrera de larga distancia. Levantar pesas ayuda igualmente a controlar los ejercicios de nivel avanzado de entrenamiento con el peso del cuerpo.

La fuerza física, la mejor garantía de vida

Por otro lado, existen beneficios todavía más importantes para la salud que se deberían conocer: si el riesgo de desarrollar una diabetes u osteopenia es alto, se debería comenzar a practicar musculación. De hecho permite reducir estos riesgos reduciendo la grasa visceral, mejorando la sensibilidad a la insulina, y aumentando la densidad mineral ósea. Además, los problemas cardiovasculares, de colesterol y de presión arterial tienen grandes posibilidades de formar parte de la historia antigua gracias a la musculación.

Las tareas cotidianas se hacen más fáciles

Trabajar la musculatura tiene un impacto sobre la vida y las tareas cotidianas. Llevar las bolsas pesadas, desplazar muebles, o jugar con los niños, todas estas actividades son menos duras y mucho más fáciles de realizar. Ser una mujer con musculatura desarrollada ofrece una mayor independencia para realizar las tareas que en otros casos nunca antes se hubieran podido realizar a solas.