Tras las agresiones sufridas durante el invierno, la piel necesita una serie de cuidados, sobretodo la cara y las manos. La piel, bien sea grasa o seca, necesita una atención que no se puede dejar de lado, y se debe realizar de forma regular.

Las mascarillas a base de frutas, concretamente de fresas y almendra, son muy eficaces para mantener una piel sedosa durante todo el verano. Vamos a presentar dos tipos de mascarilla. La mascarilla a base de fresas para una piel grasa, y la de almendras, que es más apropiada para una piel seca.

La mascarilla de fresas

Rica en vitamina C, la fresa es ideal para la piel grasa. Para realizar una mascarilla con esta fruta son necesarias: 8 fresas medianas (unos 100 g); 2 cucharadas soperas de miel; el zumo de 1/4 de limón.

Preparación de la mascarilla

Tras haber lavado y haberle quitado el rabito a las fresas, se machacan suavemente (preferentemente con una espátula de madera). Luego se añade la miel y el zumo de limón. Todo debe quedar bien mezclado. Luego se aplica sobre el rostro y sobre el cuello, y se deja actuar durante 20 minutos. Se termina enjuagando bien con agua fría.

La mascarilla de almendras

Por sus propiedades suavizantes, tonificantes, e hidratantes, la almendra es estupenda para las pieles secas. Para realizar una mascarilla de almendras, es necesario: 2 cucharadas de café de almendras finamente machacadas (o en polvo); 4 cucharadas soperas de yogurt natural; 3 cucharadas soperas de miel.

Preparación de la mascarilla

Mezclar la almendra, la miel y el yogurt. Aplicar la mezcla sobre la cara, el cuello, las manos y los brazos. Dejar actuar durante 20 minutos. Se termina enjuagando con abundante agua tibia.

Antes de aplicar la mascarilla o la crema, es necesario limpiar y secar bien la parte que se va a tratar. Es preferible utilizar paletas de madera o de porcelana para preparar los cosméticos caseros. El acero no es el más recomendable por los riesgos de oxidación.