Los peinados de este invierno, inventados por los profesionales de la peluquería, se inclinan por los volúmenes. Un corte de pelo largo, más ajustado a la cara y con un ligero toque de coloración rubio, o con un tono chocolate con reflejos puede ser una buena idea. Un corte a cuchilla, con efecto sofisticado y desestructurado puede ser otra buena alternativa.

Un degradado en capas, todo lo largo de la melena, y vaporoso con la pinza caliente, nos puede dar un aspecto más voluminoso. Además, los colores fuertes dan al pelo un aire más alegre y juvenil.

Los especialistas podrán confirmarlo, todo el truco está en el corte a navaja. Se trata de una técnica más fácil de manejar que las tijeras, que cortan con más nitidez y precisión, y ángulo recto. Si embargo, la navaja ofrece un efecto irregular, especialmente a nivel de las puntas.

cabello sueltoLa creatividad se expresa en las mechas, dando un aspecto más desigual. En función de vuestro propio estilo, el resultado puede ser muy femenino, en base a un cuadrado más clásico, donde las puntas se suelen abrir hacia afuera, o puede resultar más punky con un corte más a lo garçonne, después de haber trabajado las mechas con la navaja para crear un aire más desenfadado.

Inútil que probéis un corte demasiado alegre, si por otro lado vuestro pelo está muy dañado, y con poca vitalidad. Entonces se puede jugar con las coloraciones: muy rubio para tonos con varios matices, del dorado al nácar, pasando por el cacao y el café, cuyas puntas en un pelirrojo ardilla son capaces de ofrecer un look más juvenil y saludable.

Las más audaces pueden probar con los tonos más ácidos, jugando con las puntas rojas, verdes o incluso en azul. Lo ideal es poneros en manos de buenos profesionales para no salir decepcionadas al comprobar los resultados finales. También podéis probar con las espumas colorantes que se venden en las tiendas especializadas, y que desaparecen tras algunos lavados con champú.