Cada año se practican en España miles de operaciones de nariz. La cirugía de la nariz es sin duda la intervención estética más extendida que permite a ciertas personas volver a recuperar su armonía facial. La rinoplastia es buena también para la salud psicológica de la paciente.

La rinoplastia es una operación quirúrgica que permite corregir la nariz poco estética, y que suele ser una fuente de complejos. Esta simple operación puede cambiar profundamente el rostro de una persona. La simetría de la cara, y la mirada, vuelven a recuperar una nueva armonía.

La decisión de recurrir a la rinoplastia es en general algo madurado en la reflexión, y ni mucho menos se trata de una decisión banal, y la operación, en ningún caso, se puede tomar a la ligera.

La rinoplastia funcional permite enderezar el tabique nasal, que provoca casi siempre una molestia respiratoria. La operación permite modificar la morfología de la nariz en su parte superior.

Antes de someterse a este tipo de operación, convienen hacer un balance preparatorio con el cirujano plástico. Durante la entrevista, se pueden desvelar los resultados que se esperan obtener tras la intervención, y los objetivos que os gustaría alcanzar estéticamente.

El cirujano os mostrará, con la ayuda de fotografías de intervenciones anteriores en otras pacientes, los resultados obtenidos. Esto os permitirá visualizar mejor el objetivo final.

Lo que se debe saber es que en función de la piel, no siempre se obtienen los mismos resultados. Efectivamente, si tenéis una piel más gruesa y grasa, el afinamiento de la nariz no será el más óptimo. Si vuestras fosas nasales son muy anchas, la rinoplastia puede resultar poco satisfactoria, al menos que os sometáis a un operación más compleja y que pueda dejaros cicatrices.

Tras la operación, la nariz está muy frágil, por lo que se debe tener mucho más cuidado con posibles traumatismos, aunque sean leves. Por ejemplo a la hora de sonaros o practicar deporte, el cuidado debe ser extremo.