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Aunque en época de crisis es necesario hacer algún que otro recorte en lo que gastos se refiere, también es necesario disfrutar un poco y  por tanto desconectar de la rutina de nuestro día a día en compañía de nuestra familia.

No debemos renunciar a unas mini-vacaciones económicas, ya que las propuestas son diversas y variopintas.

Por ejemplo, por Internet podemos encontrar grandes ofertas en packs de vuelos con estancias en diversas ciudades europea. Sobretodo teniendo en cuenta que cada vez están más cercanas las fechas señaladas y los vuelos que no hayan podido llenarse, tenderán a bajar. Quizás no encontremos el lugar que queramos, pero si una buena alternativa que nos hará desconectar de la cotidianidad de nuestra ciudad.

Otra opción sería la de viajar en coche, en algún lo suficientemente lejos para olvidar la rutina pero lo suficientemente cerca para que el desplazamiento no se convierta en un gasto exagerado. Muchas veces tenemos cerca de nosotros sitios fantásticos que no conocemos y que no valoramos justamente por su cercanía, es el momento de conocer la tierra en la que vivimos.

También dispones de la extensa red de transporte público para desplazarte: tren, ave o autobús. Muchas veces hacen descuentos y dependiendo la edad de vuestros hijos, incluso es posible que puedan viajar gratis o a mitad de precio. Incluso en algunos casos existen tarifas especiales en la web con descuentos que pueden llegar al 60%.

Por lo que respecta a alojamientos las posibilidades son infinitas: desde hoteles, hostales, albergues, campings, etc. pasando a otro tipo de hospedajes mucho más estrambóticos como los que se han puesto ahora tan de moda en el que dos familias se intercambian las casas.

Para acabar recordar que hay un gran número de carnés que pueden ofrecernos descuentos y promociones, así que no está de más sacar provecho de ellos informándonos un poco en las entidades colaboradoras, nuestra familia nos lo agradecerá.