La mayoría de las mujeres tienen tendencia a quejarse de no tener fuerza y al mismo tiempo temen que realizar ejercicios de pectorales consigan triplicar el volumen, y que sus senos se vuelvan duros como la piedra o que se estrechen.

Los pectorales son dos músculos que se encuentran debajo del tejido adiposo del pecho, es decir de los senos. El refuerzo y la tonificación de los músculos del pecho consiguen dar mayor firmeza a los senos.

Programa de pectorales para mujeres

La regla número uno consiste en no usar pesos ligeros. Conviene recordar que los músculos deben enfrentarse a un desafío: someterse a un estrés para progresar. Las cargas ligeras con muchas repeticiones no aportan mejora física y nerviosa. Se debe buscar la ganancia de masa muscular, para mejorar la condición física y la fuerza.

No se debe tener miedo a la hora de levantar cargas pesadas. Naturalmente los hombres disponen de más hormonas que les permite aumentar la masa muscular, y sin embargo, hacen falta años de trabajo para tener unos pectorales voluminosos. Por tanto, no hay nada que temer, el físico de la mujer no se va a transformar en pocas semanas de ejercicio físico.

Entrenamiento pecs

Se debe trabajar sobre una escala de 8 a 12 repeticiones para los ejercicios de base y de 12 a 20 para el aislamiento. De dos a tres series de cada ejercicio será perfecto. En cualquier caso, este número puede variar en función de cada rutina y de los objetivos.

Lo ideal es escoger entre 2 y 3 movimientos de musculación compuesta y un movimiento de aislamiento para garantizar un estímulo suficiente en el crecimiento y la fuerza. Para los movimientos poliarticulares, se debe introducir entre un 1 minuto y medio y 3 minutos de descanso, y entre 45 segundos y 1 minuto y medio para el aislamiento. Lo mejor es realizar entre 2 y 4 series por ejercicio.

Primeramente se debe realizar el ejercicio de base. En función del reparto del entrenamiento, se pueden trabajar los pectorales dos veces por semana. Pero conviene siempre dejar al menos un día de descanso entre los entrenamientos.

Los efectos de la musculación sobre los senos

Conviene recordar una vez más que el trabajo de los pectorales no trabaja los senos, por la sencilla razón de que los senos no son músculos, sino simplemente glándulas mamarias, formadas en su mayor parte de grasa.

No olvidemos tampoco que tanto las mujeres como los hombres tienen pectorales. Se trata de músculos situados en la parte superior del torso, cuya finalidad es la de cerrar los brazos, acercar los codos entre sí. Sin un trabajo específico, estos músculos se desarrollan poco, puesto que la vida cotidiana no hace que intervengan demasiado.

Por tanto, no es necesario que aumenten de tamaño de forma importante. Así pues, la musculación es la única disciplina deportiva que obliga a estos músculos a aumentar el volumen de masa.

Cabe destacar que en la mujer, estos músculos se sitúan debajo de los senos. Durante el entrenamiento, estos músculos son los que trabajan, y por tanto los que se van a endurecer. En otras palabras, no tienen influencia alguna sobre los senos en sí, aparte de reafirmar y tensar la piel que envuelve los senos. Pero en realidad, el efecto será poco apreciable.

Quizás se pueda pensar que desarrollando los pectorales, al final los senos parecerán más voluminosos, cosa que es verdad, pero no conviene olvidar la problemática de base de las mujeres: tienen mayor dificultad para aumentar la masa muscular que los hombres. Es decir que sin un producto dopante y muchos años de entrenamiento de musculación intensiva, no existe posibilidad para desarrollar los pectorales de forma voluminosa.

Y en caso de poder conseguirlo, los pectorales no tienen la misma forma que los senos, por tanto el efecto visual no será el esperado: tan solo se obtendrán unos senos bien colocados sobre unos pectorales voluminosos, pero nunca unos senos más grandes.