Si tenéis el pelo corto y queréis darle más volumen, una espuma con efecto volumen a base de alcohol y agentes antigravedad es lo ideal. Después de lavaros el pelo, debéis secarlos con una toalla. Después, se aplicar el producto con el peine sobre todo el cabello, partiendo de las raíces hasta las puntas.

Si preferís tener unas raíces sueltas, la aplicación se hace mecha por mecha. Para obtener un efecto aéreo, la espuma volumen Silk & Gloss de L’Oreal Paris, o la espuma volumen Body Full Redken son los productos que más os convienen.

Un toque de brushing sexy

Para tener un cabello liso, fácil de peinar, debéis elegir una espuma antiestática con efecto reestructurante, que ayude a desenredar el pelo, y facilite el cepillado. La espuma se reparte con los dedos. Si el pelo está rígido, se debe secar primero para acortar el tiempo del brushing. Después, os centráis en las puntas, enrollándolas en un Cabellocepillo redondo, para un acabado sexy y bien controlado.

Si vuestro cabello es rizado, después de lavarlo, conviene estructurarlo con el cepillo y el secador, pero a temperatura media. Los productos que mejor le van a este tipo de pelo son las espumas 24 horas Expert Brushing de Franck Provost o la espuma XXL Fructis Style de Garnier.

Unos bucles bien definidos

Si tenéis unos rizos algo indisciplinados, debéis utilizar una espuma con activos hidratantes que sublime y esculpa vuestro cabello, haciéndolo más manejable. Aplicar la espuma sobre los cabellos mojados, con la cabeza hacia abajo, partiendo de las raíces hasta las puntas, y revolviendo ligeramente el cabellos con los dedos. Luego lo secáis con un secador dotador de un difusor especial para bucles.

Para no estropear y romper las fibras capilares, debéis regular el secador a una temperatura débil. En este caso, los productos que se deben usar son la espuma Boucles Sculpt de Dessange Competence Professionnel, la espuma Flexible Curls de Nivea Hair Care, o la espuma Sublim Boucles de Jean-Louis David.