Se ha llevado a cabo una investigación que ha establecido que los hidratos de carbono podrían ayudar a perder peso si se consumen en la cena.
Este estudio llevado a cabo por investigadores del del Instituto de Bioquímica, Ciencias de los Alimentos y Nutrición de la Universidad Hebrea de Jerusalén fue publicado en «Obesity» y también en «Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases» y establece que la razón de esto podría deberse a que la ingesta nocturna de hidratos de carbono hace que el nivel de varias hormonas, encargadas de controlar el apetito es totalmente diferente durante el día y la noche.
Un descubrimiento que podría cambiar de forma sustancial todo lo que hasta ahora se daba como cierto en relación a los hidratos de carbono y su influencia en la obesidad.
Según los investigadores el origen del estudio tuvo como referencia básica la secreción de una hormona llamada leptina que fuera obtenida de pacientes musulmanes durante la celebración del Ramadán.
En esa época ellos realizan un ayuno durante el día y comen grandes cantidades de hidratos de carbono por la noche, pudiéndose comprobar que en ese caso la curva de secreción de leptina cambiaba sustancialmente.
De ahí en adelante se hicieron estudios más amplios y de forma controlada, dividiendo a 78 pacientes en dos grupos y durante 6 meses al primero de ellos se les dio una dieta para bajar de peso a base de carbohidratos, que debían tomas de preferencia por la noche hidratos de carbono, mientras que al segundo grupo se les dio una dieta similar pero con la ingesta de los hidratos de carbono durante el día.
Así, durante esos seis meses, se realizaron estudios a los voluntarios del nivel de tres hormonas y su evolución a lo largo del día y también durante la noche y pudo comprobarse que la leptina, considerada la hormona de la saciedad y cuyo nivel en sangre generalmente suele ser alto durante la noche y bajo durante el día, grelina conocida como la hormona del hambre, con niveles contrarios a la anterior o sea muy altos durante el día y bajos durante la noche y adiponectina, que tiene una vinculación con la obesidad con una curva baja y plana en las personas obesas.
Como resultado se pudo ver que el grupo que ingirió hidratos de carbono de durante la noche comentó haber tenido menos hambre y también bajo más de peso y de forma significativa.
Basados en este estudio y sus resultados los investigadores establecieron una premisa que llevaría a pensar en una contradicción a la idea más tradicional que asegura que cenar de forma exagerada haría ganar kilos.
Sin embargo, los investigadores informaron que aún es necesario investigar más a fondo todos los mecanismo que lleven a mejores y más exactos resultados sobre todo en el grupo que obtuvo una baja de peso importante.