Producto milagro para mantener una piel bronceada, el autobronceador puede usarse a lo largo de todo el año. Sin embargo, es bueno conocer su forma más adecuada para una aplicación eficaz, y que ayude a las principiantes.

El preferido de los dermatólogos

El autobronceador es el cosmético preferido de los dermatólogos. La razón: permite crear un mejor tono de piel en pocas horas, y esto sin sufrir ningún tipo de peligro para la piel (con diferencia de aquellos que captan los rayos UV).

Ya no estamos en la época en la que los colores de estos cosméticos tiraban hacia el anaranjado, y cuya aplicación necesitaba toda la habilidad necesaria de sus consumidores: los autobronceadores actuales se presentan en una gran diversidad de texturas (gel, crema, espuma…), y existen en diversos tipos de aplicación (concentración más ligera para las pieles claras y más oscuras para las pieles mates).

Actualmente es difícil equivocarse a la hora de aplicar un autobronceador, sobre todo si se ha tomado la precaución de seguir todos los pasos necesarios para su utilización.

El arte de la aplicación

Lo ideal es comenzar por una exfoliación de la piel. Esto permitirá obtener un tono más uniforme, impidiendo que las células muertas y otras asperezas retengan el producto, creando zonas más intensas que otras. Tras la ducha, es bueno secarse bien la piel y aplicar después una crema hidratante.

Esperad unos minutos, el tiempo necesario para que la piel absorba bien el hidratante, y luego aplicad el autobronceador, comenzando por los pies y subiendo hacia el cuello. No pongáis más producto mientras lo estáis extendiendo, y luego lavaos bien las manos, una vez que hayáis terminado el proceso (existe el riesgo de encontraros con las manos teñidas de naranja).

Con el fin de evitar que la piel no consiga retener el producto en las zonas rugosas (rodillas, codos, talones, tobillos), pasad una esponja húmeda, por estas partes, una vez que hayáis aplicado el cosmético.

Cuidado con la cara

A nivel de la cara, aplicad un autobronceador, como si fuera una crema de día, extendiendo bien y partiendo de la frente hacia el exterior. Prestad atención a la hora de aplicar el cosmético por la zona del cuello, y de la frente, quitando cualquier residuo, especialmente en la parte de las cejas y de la zona del crecimiento del pelo.