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La lactancia materna es algo natural pero no siempre es un camino sencillo ya que pueden surgir algunos problemas que es necesario superar para que tanto la madre como el bebé puedan atravesar esta etapa con la mayor tranquilidad.

Producción de leche y demanda del bebé

Regulada a través de la demanda del bebé, la producción de leche a veces puede significar un problema tanto para la madre como para el bebé. A veces existe una mayor demanda de producción y en otros casos y por diversos motivos el bebé parece no quedar satisfecho o sentir incomodidad al momento de mamar.

Cualquiera de los comportamientos señalados causa angustia en la madre, sobre todo cuando es primeriza y desconoce este tipo de episodios de modificación de la demanda.

Cuando el bebé parece no estar conforme o satisfecho con la producción de leche de su madre se lo conoce como crisis de la lactancia, una situación que sin embargo es común y la mayoría de los bebés la experimentan a una edad similar, algo que permite comprender su comportamiento.

Entre los 17 y 20 días de vida el bebé es bastante regular para comer y dormir pero al llegar a la tercera semana muchos recién nacidos experimentan una crisis de demanda y es en ese momento cuando su comportamiento se modifica.

Por lo general esta primera crisis del bebé tiene síntomas como deseos de mamar continuamente y comer cada media hora o regurgitar leche en cantidades importante pero igual quiere seguir mamando.

 

Generalmente las madres primerizas caen en el error de pasar inmediatamente a la lactancia artificial y abandonar la materna debido a que consideran que su bebé no está satisfecho.

Este comportamiento en el bebé es fácil de identificar gracias a que existen varios patrones que se van desarrollando durante distintas etapas:

  • 20 días de vida: El bebé es constante y regular, pero a partir de la cuarta semana puede presentar la primera crisis de lactancia.
  • Mes y medio: Puede producirse un cambio en la composición de la leche materna, por lo que el sabor al que está acostumbrado el bebé puede variar y causarle rechazo.
  • Seis semanas de vida: El bebé puede experimentar una segunda crisis de lactancia materna, con síntomas como comportamiento alterado cuando mama que se traduce en llanto o nerviosismo.
  • Tres meses de vida Tercera crisis de lactancia: Es la más complicada de superar pues el bebé hace dos tomas de pocos minutos, parece no tener hambre y su peso deja de aumentar al ritmo normal

Cómo superar la crisis de la lactancia

Ante los cambios de comportamiento del bebé lo primero es consultar al especialista, esto siempre debe hacerse antes de tomar la decisión del destete. Puede suceder que el bebé necesite un ajuste en la cantidad de leche y por lo tanto suplementar la leche materna con leche artificial.

Dar el pecho a demanda es uno de los consejos que dan la mayoría de los especialistas, o sea alimentar al bebé cuando necesita, y teniendo en cuenta que cuanto más tomas haga más crecerá la producción de leche materna.

Si el bebé está descontento, llora y está irritado o nervioso lo mejor es tratar de calmarlo y amamantarlo en un ambiente en penumbre y silencioso, menos estímulos externos harán que el pequeño se tranquilice.

No aguardar a que el bebé llore para darle de mamar, pues su ansiedad se traducirá en desesperación.

Y por último, tener mucha paciencia pues la crisis de lactancia es una situación que pasará, tratar de mantener la calma es fundamental y no transmitir emociones negativas sino todo lo contrario, el momento de amamantar al bebé debe brindarle tranquilidad.