El eye-liner es un medio muy eficaz para tener una mirada atractiva. No sólo realza vuestros ojos, acentuando su tamaño y su forma, sino que realza igualmente la forma de vuestra cara. Además, aporta mayor intensidad y más energía a vuestros ojos.

Las dos formas de rayas del eye-liner más conocidas son: la forma ligeramente ascendente para iluminar la cara, y la forma ligeramente descendente para crear un look original.

El color del eye-liner suele ser el negro, puesto que su efecto es sorprendente. El marrón comienza también a estar valorado, porque muchas mujeres optan por un look más natural. El eye-liner se presenta bajo dos formas: líquido, es decir en tarritos con pincel adherido al tapón, y en lápiz.

Mujer con ojos maquillados
Mujer con ojos maquillados

Si el pincel es demasiado grueso, podéis retirarle algunos pelos con una pinza de depilar. La ventaja del lápiz, es que se puede utilizar para maquillar los párpados tanto superiores como inferiores. En todo caso, antes de utilizar, hay que afilarlo bien. De esta forma podéis efectuar un trazado perfecto y uniforme.

La aplicación del eye-liner

Antes de cualquier otra cosa, debéis saber que el eye-liner se aplica después de la sombra de ojos, y antes de la máscara. Ahora veamos las etapas para obtener unas rayas perfectas. Primeramente, sentaos frente a una mesa con espejo. Necesitaréis una buena iluminación para no equivocaros de zona. Luego, coged el eye-liner con la mano y apoyad el codo sobre a mesa.

Esta posición os ayudará a manteneros en una postura más estable. Ahora ya podéis comenzar a estirar el párpado hacia el exterior, de forma a dibujar la raya justo en la zona del nacimiento de las pestañas. Si no estáis seguras, dibujad primero una línea a base de puntitos que más tarde podéis completar. Después, tomad el pincel y pasadlo por encima de la línea trazada para igualarla, y ya está.