Cinco errores habituales en la comunicación familiar

La familia es un tesoro de la vida en tanto que los seres queridos representan el valor de las raíces y el arraigo. No existe ninguna familia que sea perfecta, sin embargo, el amor es lo que hace que los seres humanos logren sobreponerse a sus diferencias en busca del bien común.

Así como la comunicación es uno de los pilares de la relación de pareja, del mismo modo, el diálogo y el contacto permiten afianzar vínculos que fluyen de un modo constante. ¿Qué cinco errores habituales debes evitar en la comunicación familiar?

1. Evita adoptar la actitud de querer tener la razón en cada discusión ya que lo importante en la charla no es tener la razón sino tender puentes, poner ideas en común, potenciar el conocimiento mutuo. Ya que es muy importante integrar el valor de la diferencia en las relaciones familiares: cada ser humano es único e irrepetible, tiene sus propias vivencias por mucho que forme parte de un mismo núcleo familiar.

2. Algunas personas también ponen barreras en la comunicación familiar por acumular ira como consecuencia de asuntos pendientes de resolver. Las palabras ayudan a sanar las heridas producidas como consecuencia de un distanciamiento o una decepción. «Lo siento» es uno de esos mensajes terapéuticos. Las emociones y sentimientos necesitan ser expresados. En ocasiones ocurre que muchos sentimientos quedan silenciados por miedo a herir a los demás.

3. Uno de los fallos más habituales es vivir con prisa los planes familiares, anteponer de modo habitual otros intereses al dar por sentado que la familia siempre está allí. Pero la realidad es que la vida avanza, el tiempo pasa, y es un signo de inteligencia emocional dedicar tiempo a aquellos que aquí y ahora forman parte de nuestra vida.

4. Otro de los errores frecuentes en el diálogo de familia es convertir las charlas en monólogos. Querer hablar mucho pero escuchar muy poco es otro de los errores de quien se encierra en su propio punto de vista pero no abre su corazón a los demás. Conviene encontrar planes que giren en torno a la conversación. Muchas familias se reúnen los domingos para comer y disfrutan de largas sobremesas.

5. Etiquetar a las personas y encasillarlas a partir de estereotipos. Las relaciones familiares no son estáticas ya que cada persona evoluciona a partir de la edad. Por tanto, aunque creas conocer muy bien a tus familiares, no pierdas el interés por saber mejor cuáles son sus ilusiones presentes y sus planes a corto plazo.

Para mejorar la calidad de la comunicación familiar es muy importante encontrar espacios de ocio común con los seres queridos. Planes que sean hábitos de una rutina agradable compartida en la compañía de esas personas que forman parte de tu círculo más cercano. Hoy en día, la comunicación tecnológica ofrece medios que acortan distancias. Medios que son complementarios de la comunicación presencial en la que, además del lenguaje verbal, también se suma el valor del lenguaje corporal. De hecho, los abrazos también son un buen ingrediente de la comunicación familiar.