Existe una diferencia entre perder peso y perder grasa. Muchas personas quieren perder algunos kilos superfluos. Lo importante no es el peso, sino el porcentaje de grasa corporal. En efecto, las grasas en exceso es lo que se debe eliminar, puesto que forman parte de la masa grasa, al tiempo que se preserva el desarrollo de los músculos, es decir la masa magra. Si se aumenta de peso al tiempo que se trabaja la musculatura, y se pierde masa grasa, es que estamos en el camino correcto.

Optimizar la pérdida de peso

Para perder grasa de forma duradera conviene reducir la masa grasa combinando una alimentación sana y equilibrada con una actividad física, un poco de deporte por ejemplo, pero no cualquier tipo de deporte, y siempre evitando el estrés. El estrés libera hormonas, cortisol y adrenalina, que ayudan a trabajar el cuerpo físicamente para protegerlo de la fuente del estrés, pero indirectamente, animando a comer mal, y por tanto a engordar.

El aspecto psicológico, muchas veces sin horario, juega un papel esencial, y si se trata correctamente, puede resolver la mayoría de los problemas de sobrepeso de forma suave y estable. Finalmente, perder peso lleva tiempo. No debemos intentar adelgazar rápidamente.

Vientre plano

Para adelgazar sanamente, es decir para perder la grasa superflua, es necesario respetar algunas etapas fundamentales:

Una alimentación equilibrada: la alimentación equilibrada permite que no se almacenen grasas innecesarias. Para perder grasas y peso, no es necesario comer menos, sino comer mejor. Algunos alimentos o algunas combinaciones de alimentos ayudan a limitar el almacenamiento de las grasas.

La actividad física: la actividad física permite eliminar las grasas en exceso activando el metabolismo, y así el proceso de uso de las grasas se vuelve más eficaz. El deporte no es necesariamente un medio eficaz para perder peso. Conviene respetar ciertas reglas que veremos más adelante.

Una vida serena y un modo de vida adaptado: con esta forma de vida evitamos el almacenamiento suplementario de grasas.

Comprender el origen del problema: el problema que debemos tratar no es que comemos demasiado, sino por qué comemos demasiado. Si resolvemos este problema, adelgazar se convierte en un objetivo mucho más fácil de alcanzar.

Aumentar el metabolismo basal

Aumentando el metabolismo basal, quemamos más grasas, incluso en reposo. El metabolismo es un proceso de transformación según el cual quemamos calorías. Cuanto más alto es, mayor número de grasas quemamos. Por tanto, para perder peso, hay que aumentar el metabolismo.

Necesitamos distinguir entre el metabolismo de base y el metabolismo de actividad. Aumentar el metabolismo de actividad es lo que parece más evidente, aunque también es mucho más cansado a la hora de perder grasa. Pero también es posible aumentar el metabolismo de base y perder grasa las 24 horas del día, por tanto incluso en fase de descanso y durmiendo.

Se necesita poco trabajo para conseguirlo. Una vez que el metabolismo basal ha aumentado, solo debemos mantenerlo y esperar para ver los resultados.

Musculación y pérdida de grasa

La musculación es uno de los medios más eficaces para perder de forma duradera la grasa. Algunos pueden pensar que no existe relación entre la musculación y la pérdida de peso. Cuando se practica musculación, al principio ganamos un poco de peso a causa del desarrollo muscular.

Sin embargo, la musculación es uno de los métodos más eficaces para perder grasa de forma duradera, y definir la silueta. Cuanto más se trabajan los músculos, mejor nos va. Contrariamente al cardio training, no se trata de realizar sesiones de musculación que contribuyan a la eliminación de grasas, sino que es algo que se produce posteriormente, incluso cuando se duerme.