Adelgazar rápidamente y sin cansarse es el credo del régimen booster. Acepta el desafío y elimina esos kilos de más, gracias a una alimentación sana y equilibrada.

Un régimen hipocalórico

Fácil y muy eficaz, el régimen booster permite perder más de cinco kilos en solamente dos semanas. El principio es el siguiente: no exceder las 1200 calorías al día. Prepárate para cambiar de higiene de vida y aprende a adoptar un nuevo modo de alimentación. Este tipo de régimen es pobre en féculas, pero no provoca, en ningún caso, una carencia en nutrientes o una fatiga extrema a lo largo del día.

Hay que optar por alimentos naturales, sin conservantes químicos y sin materias grasas o de azúcares rápidos. La dieta booster también ayuda a quemar los excesos de grasa acumulados a lo largo de las comidas festivas. Para un resultado a largo plazo, es primordial respetar rigurosamente todas las etapas requeridas.

Las comidas del régimen booster

Con el fin de evitar todo tipo de picoteos entre horas, se recomienda no saltarse ninguna de las tres comidas del día. Es preferible, por ejemplo, un desayuno completo y equilibrado, y aguantar el hambre hasta la comida de mediodía.

Régimen adelgazanteLa primera comida del día consiste en proporcionar toda la energía necesaria para enfrentarse a las actividades diarias, y consta, entre otras cosas, de una bebida caliente sin azúcar, como té o café; de una o dos rebanadas de pan integral untadas con mantequilla vegetal; de un gran tazón de leche o de un yogur, así como de una fruta fresca.

¿Cómo proceder en el régimen booster?

La fase de estabilización constituye la etapa más importante del régimen booster. Después de los 15 días de dieta hipocalórica, es necesario introducir poco a poco féculas y azúcar, pero en cantidades moderadas. La repostería, los pasteles y las golosinas están autorizadas a razón de una vez cada 15 días, por ejemplo.

Por otro lado, si no resistes el hambre de media mañana, conviene tomar una fruta o un producto lácteo con 0 % de materia grasa. No se debe omitir beber una cantidad de agua necesaria con el fin de eliminar todas las toxinas. Por fin, el agua también ayuda a quitar el hambre. El agua ayuda a reducir la sensación extrema de hambre.

No cabe duda que realizar un régimen, del tipo que sea, supone cierta disciplina de vida, que es incluso más importante que el propio contenido de las calorías de cada una de las comidas. Una buena higiene de vida, así como algo de ejercicio físico, son necesarios para alcanzar el éxito de una dieta, ciertamente restrictiva, y sobretodo, a largo plazo. En definitiva, de lo que se trata, no es sólo perder peso, sino no volver a recuperarlo después del tiempo de régimen impuesto por un método concreto.