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Los invitados son también los grandes protagonistas de una celebración nupcial. Los invitados acompañan a la pareja con la ilusión de brindad por la felicidad del sí quiero. Sin embargo, la felicidad de una boda no se mide en términos cuantitativos, es decir, a partir del número de invitados. Muchas parejas deciden celebrar una boda íntima. Una boda en la que están presentes únicamente los familiares y amigos más cercanos. ¿Qué ventajas aporta esta opción?

Ahorro económico

Más allá del romanticismo del amor, toda boda también tiene una parte económica. Y este presupuesto se reduce de forma considerable cuando organizas un evento íntimo en el que están únicamente presentes los familiares y amigos más cercanos. Por tanto, una boda íntima te produce un menor estrés financiero que una gran celebración que viene acompañada de una gran factura.

Este ahorro es importante porque podrás invertirlo en otro objetivo, por ejemplo, en la decoración de la casa. 

Ventajas de celebrar una boda con pocos invitados

Ahorro de tiempo en la organización

Sin duda, la gestión del tiempo es uno de los pilares de la felicidad. Y la economía del tiempo también obliga a priorizar objetivos en un mismo periodo de tiempo. La ventaja de celebrar una boda íntima es que los detalles de planificación resultan más sencillos. Por tanto, tienes un mayor margen de libertad para concretar esta celebración con un menor margen de tiempo.

Puedes estar con todos los asistentes

Mientras que en una celebración que supera los cien invitados, te resulta realmente difícil dedicar tiempo de calidad el día de la boda a cada uno de los invitados, por el contrario, en un evento más personal podrás disfrutar del día con las personas que realmente forman parte de tu vida. Es decir, una celebración más íntima también resulta más personal.

Evitas los compromisos

Por tanto, en una boda íntima evitas cualquier tipo de compromiso. Piensa que cuando invitas a una persona por puro compromiso esa persona se siente del mismo modo porque tal vez le gustaría dedicar su tiempo a otro plan en esa fecha.

Del mismo modo, gracias a una celebración íntima también reduces el tiempo en la planificación del envío de las invitaciones y posterior confirmación de asistencia. Es decir, el nivel de incertidumbre en este tipo de detalles se reduce porque en un evento íntimo concretas mucho más los detalles desde un primer momento.

El romanticismo de la intimidad

Existen muchas formas diferentes de rendir elogio al amor en su parte más romántica. Y sin duda, una celebración íntima, adquiere este ambiente romántico propio de una fecha casi secreta. Pero además, una boda íntima también es una forma de hacer sentir todavía más especial a aquel amigo o familiar que está invitado. Tendrás una boda muy especial en la que tú serás protagonista y te sentirás como tal en este día.

Pero además, casarte de este modo no significa renunciar al disfrute y la alegría de compartir la ilusión del momento con otras personas. Podrás hacerlo después de la boda. Y de este modo, se prolonga el recuerdo de ese momento tan especial.