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La moda impone muchas veces determinados looks que con el paso del tiempo caen en desuso y es sencillo dejarlos de lado cuando se trata de ropa, accesorios e inclusive maquillajes y cortes de pelo, algo que no ocurre cuando se trata de quitar tatuajes que ya no deseamos seguir luciendo en nuestro cuerpo.

Las clínicas de cirugía estética utiliza en la actualidad el láser tanto para quitar tatuajes como para eliminar todo tipo de manchas o micropigmentaciones de la piel.

El procedimiento utilizando el láser como recurso logra eliminar la tinta del tatuaje y produce una lesión mínima en la piel ya que actúa disolviendo las partículas de color que luego son descartadas.

Quitar tatuajesLas técnicas utilizadas y los resultados varían siempre dependiendo del tipo de tatuaje, su extensión y también por los pigmentos utilizados para su realización como el tipo de piel.

En algunas ocasiones el médico utilizará diferentes tipos de láser y luz pulsada, dependiendo del color del tatuaje y también de su intensidad, un trabajo que se realiza en unas cuatro sesiones o más, cada una de ellas espaciadas por aproximadamente un mes.

En el pasado eran utilizados métodos agresivos y que solían dejar cicatrices pero afortunadamente con la llegada del láser los tatuajes pueden borrarse siendo un tratamiento indoloro y que no necesita de internación además de no dejar cicatrices.

El láser produce la rotura de las partículas del tinte utilizado y le da la posibilidad al organismo de eliminar esas partículas sin dañar los tejidos próximos al tatuaje. Por ello, es un tratamiento preciso y totalmente localizado especial para tatuajes o marcas oscuras que se encuentren en cualquier zona del cuerpo.

Si bien es cierto que los tatuajes realizados por profesionales son más sencillos de eliminar ya que la tinta es de buena calidad, en tanto que los que son hechos por aficionados presentan la tinta más profunda y en niveles diferentes algo que causa que deban hacerse varias sesiones.

También con este tratamiento con láser pueden eliminarse los llamados maquillajes permanentes que muchas mujeres se hacen en cejas y labios.
Para realizar el procedimiento se utiliza una sedación tópica en forma de crema que se aplica una hora antes del comenzar el tratamiento.

Luego de retirado el tatuaje o la micropigmentación no deberá exponerse al sol la zona tratada durante por lo menos un mes, además de no bañarse en piscinas que contengan cloro, hidratar la piel y beber mucho líquido sobre todo agua.

Dentro de las regiones más problemáticas para eliminar tatuajes se encuentran la espalda y los hombros, sumándose a esto las características naturales de cicatrización de cada paciente.