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Con la llegada del verano y el uso de prendas más livianas y del bañador, tener una buena figura puede convertirse en un reto importante. No estamos hablando de hacer dietas tan estrictas que atenten contra nuestra salud, sino elegir aquellos alimentos que formarán una dieta equilibrada y sumarle a ello un poco de actividad física extra.

Así, con esos dos pilares podremos hacer desaparece esos kilos de más que harán que nos veamos mejor a la hora de ir a la playa.

En un plazo de cuatro a seis semanas podremos perder entre dos y cuatro kilos, algo que resulta perfecto y que nos ayudará a no recuperarlos, siempre y cuando sigamos con hábitos alimentarios correctos.

En realidad, la idea es perder esos kilos que se han acumulado por la falta de actividad física suficiente y comidas un poco más importantes en cuanto a calorías, que son propias del invierno.

Controlar la ingesta de grasas y azúcares y paralelamente aumentar las proteínas dejando de lado los hidratos de carbono, es un buen comienzo, al cual agregaremos además un consumo mayor de agua que nos ayudará a eliminar las toxinas acumuladas en el organismo.

En la actualidad,  existen cientos de alimentos saludables al alcance de nuestras manos. Ellos serán los aliados con los que contaremos para que la dieta no se convierta en una tortura permanente.

Hacer una lista de alimentos que nos agraden y sean saludables es la forma de no tentarnos con aquellos que sólo nos aportarán calorías sin permitirnos bajar de peso.

Frutas, verduras y hortalizas deben integrar siempre nuestro menú ya que son alimentos que nos brindan saciedad, contienen fibra, minerales y vitaminas.

Siempre procuraremos elegir aquellos que posean menos calorías como frutos rojos, cítricos variados, pepino, zanahoria, tomate y variados vegetales de hojas verdes, sin olvidarnos de las alcachofas que tienen un gran poder diurético.

Las carnes serán magras, ternera, pollo o pavo y pescados magros y siempre los prepararemos de forma saludable, asados, al vapor, en wok o a al horno.

Agudizando nuestra imaginación lograremos platos saludables y sabrosos con bajo aporte de calorías.

Asimismo, los cereales ocuparán un lugar importante en nuestra nueva alimentación, pasta, pan y arroces integrales nos aportarán fibra y bajas calorías que son igual de sabrosos que los preparados con harina blanca.

Los lácteos son fuente de vitaminas y minerales como el calcio, indispensables para el organismo y si son desnatados mucho mejor.

Comer correctamente es fundamental para adelgazar, siendo una forma para que nuestro cuerpo se sienta en plena forma sin pasar un hambre innecesaria. Por ello, lo recomendable es realizar cinco comidas al día.

Empezar el día con un desayuno que nos aporte la energía necesaria para llevar adelante nuestra jornada. Éste incluirá fruta, lácteos desnatados, pan o cereales integrales.

A media mañana una fruta o una infusión con dos galletas o una barra integral será suficiente para llegar a la hora del almuerzo sin un apetito descomunal.

La comida será equilibrada, una ensalada, carne magra o pescado, pasta o arroz integral.

A la hora de la merienda alguna de las opciones similares a las del desayuno.

Por último,  la cena siempre será ligera puede ser un plato de pescado al horno acompañado de una ensalada y como postre una fruta fresca o una gelatina dieta.

La ingesta de agua es fundamental siendo recomendable una media de dos litros diarios para mantenernos hidratadas y ayudarnos a eliminar toxinas.

La actividad física es fundamental para bajar de peso y mantener tonificados nuestros músculos.

Gimnasia o un paseo a paso ligero harán toda la diferencia en nuestro cuerpo, que estará preparados en pocas semanas para lucir las prendas veraniegas de forma excelente.