Gracias a la película «Cisne Negro», todas las chicas quieren parecerse a la espectacular Natalie Portman, empezando por adoptar sus moños de bailarina. Lo más difícil es saber decidirse por cuál de todos. Si realmente tenéis dudas, estos son tres consejos que os pueden ayudar a elegir.

El moño bajo: Sobrio, chic, elegante, es el moño por excelencia de las bailarinas. Es muy fácil de confeccionar, incluso con los cabellos medio largos. Basta con usar dos elásticos y algunas horquillas para moños. También se puede mantener con algún peine más discreto.

El moño neo romántico: Es el más poético de todos. El cabello debe estar vaporoso y ligeramente rizado previamente. Se lleva bajo, pero sobre un lado de la cabeza. Para garantizar el estilo bohemia, debe dar la impresión de haber sido confeccionado a toda prisa, con algunas horquillas, y dejando algunas mechas sin recoger, creando cierto aspecto desaliñado.

El moño en forma de plátano: No tiene nada que ver con el antiguo moño que se ponían las abuelas hace más de 50 años. Hoy en día, el moño en forma de plátano es mucho más sensual y absolutamente rock. Se coloca en la parte de arriba de la cabeza, creando una especie de cresta que se puede feminizar con un bonito carmín de labios y un perfilador de ojos.