Reforzar los músculos permite quemar más calorías en reposo. Hoy presentamos tres ejercicios perfectos para diseñar el cuerpo y mejorar el metabolismo. El refuerzo muscular es junto con la resistencia, la palanca que debemos accionar para mejorar el metabolismo basal y quemar más calorías en reposo.

Para ello debemos poner aceite en la máquina metabólica con actividad física diversa. Además de los deportes de resistencia que movilizan el sistema cardiorrespiratorio, nos ayudan a sudar y estimular el desgaste energético, debemos poner el acento en el refuerzo muscular. Los ejercicios de resistencia moldean los músculos y alimentan la fábrica de energía.

Mayor músculo, menos calorías

El principio es muy sencillo, al desarrollar la masa muscular, los músculos consumen más energía, es decir necesitan comer cada vez más. Van a consumir más calorías para funcionar, incluso cuando estamos en reposo, sentados en una silla, tumbados en un sofá, o acostados por la noche en la cama.

En otras palabras, a mayor cantidad de masa muscular, mayor quema de calorías. Cada kilo de músculo quema tres veces más calorías que su equivalente en grasas.

Brazos fuertes

Veamos ahora los ejercicios de resistencia que debemos practicar para aumentar la masa muscular y trabajar el metabolismo.

El squat

El objetivo se centra en los músculos cuádriceps, y muslos. Partimos estando de pie, con los pies separados a la altura de la pelvis, y plegamos las rodillas empujando los glúteos hacia atrás, como para sentarnos sobre una silla imaginaria. El peso del cuerpo está en los talones, los abdominales contraídos, y la espalda recta. Debemos realizar series de 20 repeticiones.

Para complicar el ejercicio, podemos añadir peso en las manos, o una botella de agua para una mayor presión en los muslos.

El donkey kick

El objetivo se centra en los glúteos y el desarrollo de esta parte del cuerpo. Nos colocamos a cuatro patas, apoyando el cuerpo sobre las rodillas y los codos, y extendemos una pierna hacia atrás, con la rodilla plegada a 90 grados. La espalda permanece recta.

El movimiento se detiene una vez que estamos perfectamente alineados, y bajamos entonces la rodilla pegada hacia el suelo sin que llegue a tocarlo. Volvemos a subir hacia atrás la pierna combinando el movimiento con la contraria. Lo ideal es realizar series de 30 repeticiones.

Para complicar el ejercicio podemos realizar un gran círculo con la pierna que trabaja, como si nadáramos a braza.

El bíceps curl

El objetivo se centra en los brazos. Debemos estar sentados en una silla, con las piernas abiertas, y la espalda recta. En la mano derecha tomamos una mancuerna de carga ligera, aproximadamente 1,5 kg. Si no tenemos mancuernas, utilizamos una botella de agua llena de litro y medio. Plegamos el brazo derecho al interior del muslo derecho. La mano izquierda se coloca sobre el muslo izquierdo para mantener recta la espalda.

Después flexionamos del antebrazo derecho subiendo lo más alto posible, lentamente, y luego bajamos expirando. Solo se contrae el bíceps, el antebrazo se flexiona. Debemos alternar el movimiento con el otro brazo. Lo ideal es realizar series de 30 repeticiones.

Para complicar el ejercicio podemos incluso utilizar una mancuerna de 3 kg de peso.

En conclusión

Si nos cuesta la práctica de este tipo de ejercicios de refuerzo en casa, podemos realizar actividades que esculpan el conjunto del cuerpo, como por ejemplo Pilates, que trabaja los músculos profundos con suavidad. Se trata de un método excelente para desarrollar la tonificación general, trabajando con el peso del cuerpo en suspensión. Algunos tipos de yoga refuerzan el cuerpo a través de una técnica holística y de bienestar.