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Una buena higiene dental es fuente de bienestar: una buena salud, un aliento fresco y una bonita sonrisa. Pero esto implica un cuidado específico de los dientes a diario. Para ello, conviene seguir una serie de consejos y unas sencillas reglas que debemos incorporar a nuestra rutina cotidiana.

Los gestos que se debe adoptar

Nunca nos cansaremos de decirlo, es necesario cepillarse los dientes después de cada comida y cada vez que sea necesario. Tres cepillados al día es la media general. Dicho esto, si mientras tanto se come algo dulce, muy ácido o con muchas especias, es recomendable realizar un cepillado suplementario. Y es que este tipo de alimentos es muy agresivo para los dientes.

Por otro lado, el cepillado no debe realizarse de cualquier manera. Conviene usar un cepillo suave y decantarse preferentemente por un dentífrico con flúor. Cada mañana, no os olvidéis de cepillaros también la lengua para garantizar un aliento fresco.

Cuidado-de-los-dientesPero para optimizar vuestra higiene dental, podéis, en complemento del cepillado, utilizar hilo dental. Este gesto os permitirá desprenderos de las impurezas incrustadas y de las placas dentales que se acumulan entre los dientes. Para ello se puede utilizar hilo de seda o de algodón. También existen otros métodos para un mejor cepillado, como el uso de un hidropropulsor, por ejemplo. Como su nombre indica, este aparato que sirve para propulsar agua.

El hidropropulsor se debe utilizar siempre por prescripción del dentista. Y por último, conviene saber que el hilo dental y el hidropropulsor tan sólo son complemento para después del cepillado, que sí es necesario.

Cuidado de los dientes y alimentación equilibrada

Más allá de los gestos esenciales que se deben realizar a diario, una buena higiene dental pasa igualmente por una alimentación equilibrada. Lo más importante es comer sano, es decir, consumir proporcionalmente a diario lípidos, glúcidos y prótidos. Tampoco conviene olvidarse de comer alimentos ricos en oligoelementos.

En una palabra, se recomienda el consumo diario de buenas cantidades de frutas y verduras. Dicho esto, se puede consumir de todo, pero cuidado con los alimentos demasiado ricos en glúcidos, puesto que fermentan muy rápido en la boca. Por otro lado, el picoteo no sólo es malo para la línea, sino también para los dientes. Los cuidados bucales de cara a navidad son más necesarios que durante otras épocas del año, por razón de la ingesta de comidas menos equilibradas, el abuso de alcohol y azúcar.

De esta forma, debéis procurar limitaros a tres comidas diarias y a dos colaciones como máximo. Para tener unos dientes bonitos, cepillado, hilo dental y correcta alimentación no lo son todo. Puesto que incluso si respetáis estas reglas de oro de higiene dental, acudir al dentista al menos una vez al año es de rigor.

Incluso si pensáis que tenéis una buena dentadura, estas consultas son siempre necesarias. Durante la visita al dentista, el especialista os recetará un flúor para optimizar vuestra salud dental. También puede efectuar cuidados preventivos. Para aquéllos que tienen problemas de caries, debéis acudir al dentista en cuanto se detecten los primeros síntomas.