El cepillado del pelo es sin duda beneficioso para la salud del cabello, simplemente porque ese movimiento repetitivo, permite a los aceites naturales que se extiendan sobre la totalidad del pelo, nutriéndolo y dándole su brillo natural.

El cepillado del pelo estimula la microcirculación a nivel del cuero cabelludo, desprendiéndolo de las impurezas y de las células muertas, al tiempo que lo oxigena, volviendo a recuperar su volumen.

Los beneficios del cepillado

Además de estas virtudes, el cepillado suaviza y distiende el cuero cabelludo, facilitando la penetración de los productos y reforzando su acción, mejorando su irrigación y la nutrición del pelo desde su raíz.

El cepillado ideal

El ejercicio debe durar, al menos un minuto, y tiene que realizarse dos veces al día, por la mañana y por la noche. Se debe hacer con suavidad, para eso es bueno dejar de lado los cepillados agresivos.

Para desenredarlos, lo ideal es que pasemos primero un peine, comenzando por las puntas, para quitar los posibles nudos. No hay que hacerlo a tirones, sino gradualmente y por mechas.

El cepillado correcto: comenzar desde la nuca hacia la frente, y después desde los lados hacia la coronilla. Terminar cepillando desde la frente hacia la nuca. Si venís de lavaros el pelo, esperad a que estén secos en un 80%, antes de cepillarlos (mojados o húmedos son más frágiles).

El champú

Lo ideal es que efectuemos el cepillado antes de lavarlos con nuestro champú habitual, para desenredarlos correctamente. Utilizad un champú suave, adaptado a vuestro tipo de cabello. Es aconsejable utilizar dos tipos de champús, alternándolos, uno para lavar el pelo, y otro para tratarlo.

No os fiéis de los champús que hacen mucha espuma. La espuma suele agredir más que limpiar el pelo. Cuanto más suaves son los champús, menos espuma hacen.

Los champús para bebés no son «ultra suaves», como suelen indicar en su etiqueta, sino poco irritantes, y que no escuecen los ojos. Normalmente suelen contener añadidos grasientos que son útiles para el pelo de los niños, pero provocan que sean más espumosos que el de los adultos.

Se recomienda lavarse el pelo dos veces por semana. Pero, para aquellas mujeres que sientan la necesidad de hacerlo con más frecuencia, casi a diario, es fundamental que lo hagan con un champú suave y adaptado a su tipo de pelo.