Con la llegada del buen tiempo llega el momento de disfrutar de un descanso bien merecido. Y si aprovechamos este momento de tranquilidad tras un año complicado, es la hora de cuidarse y de cuidar también la piel, las piernas y el pelo, con el fin de retomar el trabajo con más energía que nunca.

Hoy presentamos algunos trucos y consejos que se pueden aplicar antes, durante, y después de las vacaciones para que este verano el cuerpo lo pueda agradecer.

La exfoliación

Antes de ponerse morenas las piernas en la playa a pleno sol, es necesario desprenderse de las pieles muertas acumuladas durante el invierno, ofreciendo un cuidado exfoliante y un peeling.

La exfoliación permite a las piernas, como al resto del cuerpo, desprenderse de las pieles muertas que le quitan tersura a la piel, así como esos vellos enconados que terminan por formar pequeños granos. La piel del cuerpo recupera su elasticidad y está lista para tomar el sol.

Rostro de mujer

Preparar la piel para el sol

Las sesiones de rayos UV en institutos de belleza o en centros de puesta en forma no están únicamente reservados a quienes no tienen sol fuera de casa. Paradójicamente, frente a los peligros de la sobreexposición al sol o en cabina de rayos uva, algunas sesiones no resultan peligrosas para la piel y evitan quemaduras posteriores desde los primeros días de las vacaciones. Algunas sesiones de rayos UV ayudan a acelerar el bronceado una vez que estamos de vacaciones.

Los beneficios de la sudoración

A priori, sudar no es el mejor método de belleza, sobre todo en pleno verano donde procuramos evitar esta reacción corporal. Sin embargo, cuando se suda, se eliminan las toxinas acumuladas por una mala higiene de vida, el estrés o simplemente la falta de reposo. De esta manera la piel se autorregula y recupera su flexibilidad y tersura. Así pues, broncearse y transpirar para estar bellas no es incompatible.

Belleza de los pies a la cabeza

Si pensamos en mejorar el aspecto de las piernas o del escote, normalmente solemos olvidar el cuidado de los pies. Los pies deben acomodarse a la arena, al agua del mar, y al calor. Por eso es importante realizar una buena exfoliación para retirar las pieles muertas acumuladas durante el invierno, y para ello es necesaria una buena hidratación para lucir unos pies bonitos.

Una depilación perfecta

No hay nada mejor que una perfecta depilación en verano para disfrutar de los rayos del sol en pantalón corto, con minifalda, y por supuesto en bañador. Normalmente, durante todo el año, optamos por el método más rápido y cómodo de depilación, pero en verano podemos cambiar.

Por ejemplo, podemos reemplazar el rasurado tradicional de las piernas por una depilación a la cera o utilizar una depiladora eléctrica. Ciertamente, son métodos de depilación más pesados de realizar, pero más duraderos en el tiempo, puesto que el vello queda arrancado de su raíz y requiere más tiempo para volver a crecer que con una crema depilatoria o con la cuchilla.

Preparar la piel para la depilación

Antes de depilar la piel, independientemente del método utilizado, es necesario preparar la piel para que la depilación no irrite la epidermis. Lo ideal es realizar una exfoliación sobre todas las zonas que se van a depilar la víspera de la aplicación de la cera, para evitar que surjan vellos enconados que terminen infectándose y formando granos.

Además, el día de la depilación no conviene aplicar ningún cuidado hidratante sobre la piel, especialmente si la depilación se va a realizar con cera, puesto que puede complicar la cuestión. La crema hidratante se debe aplicar sobre la piel después de retirar los vellos para calmar la abrasión.

Depilación de una piel limpia

Si la transpiración y los cuidados son amigos del cuerpo durante el verano, sin embargo no lo son a la hora de depilar la piel. Por esta razón, conviene darse una ducha o un baño antes de proceder a un rasurado o a una depilación eléctrica, para que los pelos puedan eliminarse con mayor facilidad. En principio, una ducha permitiría una depilación más eficaz en un 60%.