Para escoger un vestido de novia digno de este nombre, se impone una búsqueda minuciosa. Esta búsqueda debe efectuarse varios meses antes de la boda. Al menos, se deben prever tres meses para la confección del vestido, hasta el acabado final.

Para encontrar un vestido de novia, es preferible prever un lapso de tiempo de unos diez meses, para evitar todo tipo de imprevistos. También se recomienda probarse varios modelos de vestidos para decantarse bien por el estilo que más os convenga.

La opinión de una profesional

Para encontrar un bonito vestido, lo esencial es que confiéis en la vendedora que, siendo una profesional, puede daros mejores consejos que cualquiera. Al entrar en una tienda de vestidos de novia, la vendedora os preguntará por el estilo que buscáis, el color y el tejido con el que queréis confeccionar el vestido.

Vestido-de-noviaEn función de la personalidad, de las expectativas y de la morfología de la novia, la vendedora os ofrecerá diferentes modelos que habrá que probarse obligatoriamente hasta encontrar lo que mejor se adapte a vuestros gustos y posibilidades en todos los sentidos, económicas y estéticas. En resumen, los consejos de una profesional en este campo son muy importantes antes de elegir el vestido definitivo.

Los diferentes tipos de tejidos

A falta de encontrar el vestido de vuestros sueños en una tienda, siempre es posible hacerlo a medida. El diseñador puede personalizar el modelo escogido, conformándose a vuestra propia morfología, y añadiendo los complementos que eventualmente podéis haber elegido.

Se pueden elegir diferentes tipos de tejido para la concepción del vestido de novia, como el encaje, el satén, la seda, el tul, la organza, o el tafetán. En cuanto a la forma del vestido, todo depende de la inspiración y de las ganas de la novia. Para una boda en verano, un vestido corto es el ideal, con volumen, para un estilo más aéreo.

En cualquier momento del año, un vestido largo confeccionado con un tejido fluido que se adapte bien a vuestra silueta, siempre es un éxito. En cuanto a los colores, hoy en día se puede llevar desde el fucsia hasta el azul, sin olvidarse por supuesto del blanco, o el marfil siempre eternos.