Si miramos de cerca los componentes de los esmaltes, la lista es bastante incomprensible para muchas de nosotras. Sin embargo, conviene saber que actualmente casi todos los esmaltes contienen ingredientes que serían nefastos para nuestra salud.

Avril nos ofrece la posibilidad de embellecer nuestras uñas sin tener que maltratarlas forzosamente, a través de una colección variada en cuanto a los colores, pero sin los 7 ingredientes que representarían un peligro potencial para la salud. El resultado es un esmalte más respetuoso con las uñas.

Un esmalte chic de precio asequible

Los esmaltes Avril lo tienen todo, y bueno además. Además de dejar de lado los ingredientes nefastos para la salud, también son accesibles a cualquier bolsillo. Por 1,80 euros es posible adquirir uno de estos productos del maquillaje femenino. La marca ofrece 27 colores tanto sobrios, como estivales para sublimar las uñas en cualquier ocasión.

MaquillajeLas fans del rojo se dejarán seducir sin duda alguna por una de las tres tonalidades disponibles en Avril: rojo Ópera, Bermellón, o Amapola. En un registro más flashy, el Pistacho, el Melón nacarado, y el Coral son perfectos para la temporada de primavera. Y para unas uñas más discretas, los esmaltes de uñas French Manucure son indispensables.

Cosméticos bio a precios razonables

Hace algunos años, el bio estaba reservado a una minoría, sus precios eran más elevados que los de los productos clásicos. Pero las cosas han cambiado desde entonces. Prueba de ello es que Avril se ha especializado en productos bio a precios razonables.

Además del esmalte ecológico, Avril ofrece maquillaje para los ojos y los labios, cuidados para el rostro, el cuerpo y el cabello. Cabe destacar que los productos bio de la marca se fabrican en Francia.

Al fin de cuentas, cuidar la estética personal, y presentar unas manos con algo de color en función de la temporada y del look que queremos llevar es algo que está al alcance de cualquier mujer amante de la belleza y de la armonía en su conjunto. Avril es una marca que conviene recordar, y al menos probar una vez en la vida.