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Diariamente realizamos diferentes tipos de actividades físicas que suponen un gasto de energía extra, pero esto no se traduce en una pérdida de kilos proporcional.

Se ha comprobado sin embargo, que si se realizan pequeños cambios en la actividad física diaria esto beneficiará la salud y será más sencillo hacer un consumo energético mayor.

Subir y bajar escaleras a diario en vez de utilizar el ascensor es un buen ejercicio que se notará en la reducción de peso y esto es sólo un ejemplo de una diversidad de actividades que a diario realizamos y que podemos utilizarlas para la quema de calorías.

Nuestro organismo tiene un gasto de energía mínimo que le sirve para poder sobrevivir. Así al dormir se tiene un gasto metabólico que es básico o sea el necesario para que el corazón siga funcionando, los riñones filtrando la orina y otras funciones que no pueden detenerse.

Posteriormente, al despertar el sistema nervioso se pone en movimiento y se generan otros gastos energéticos.

Cuando se realiza cualquier tipo de actividad física el gasto de energía se eleva ya que será necesario un consumo mayor para realizar las contracciones musculares.

Algo importante a tener siempre presente es que los aportes en energía no pueden ser mayores que el gasto calórico. Esto se traduce en que no debemos consumir alimentos que proporcionen a nuestro organismo más calorías que las que requiere para funcionar, de lo contrario esto se transforma en un depósito de grasa.

Las necesidades energéticas y también el gasto de energía siempre se expresan en calorías (Cal o Kcal) y éstas son liberadas en el cuerpo en forma de calor.

Necesidades calóricas diarias:

Hombres y mujeres poseen necesidades calóricas diarias diferentes, siempre hablando de aquellas personas que tienen una vida sedentaria o sea que no practican ejercicio físico.

Por su parte las personas ancianas tendrán a su vez su propio gasto calórico diario teneiendo en cuenta precisamente la edad que les demanda un gasto mucho menor.

  • Los Hombres sedentarios: Entre 2.400 a 2.700 calorías
  • Las Mujeres sedentarias: Entre 2.000 a 2.400 calorías
  • Hombres y mujeres de la Tercera edad: 1.800 a 2.000 Cal

Cada actividad que realizamos tiene un gasto determinado de calorías, existiendo tablas que nos indican ese gasto en relación a cada una de ellas.

El llamado equilibrio energético es pues la clave que permite ganar o perder peso, por ello para mantenerse en un peso normal y saludable es necesario conocer cuál es el valor calórico que nuestro organismo precisa teniendo en cuenta, sexo, talla, peso y actividad diaria desarrollada.

Posteriormente es necesario aportar al organismo la cantidad adecuada de cada nutriente esencial no cometiendo excesos y lograr así una alimentación equilibrada.

Por esa razón,  una persona sedentaria consumirá un gasto energético mucho menor que aquella que se mantiene en movimiento la mayor parte de la jornada realizando además una rutina de ejercicios físicos de forma regular.

El aumento de peso se producirá cuando se ingieren mayor cantidad de alimentos de los que el cuerpo necesita y acumulando así más energía.

Además,  como el organismo tiene una gran capacidad para almacenar grasa, ésta es alojada entonces donde la genética de cada persona lo estima necesario, algo que se reflejará luego tanto en la figura y en el peso corporal.

Para mantenerse en peso es necesario lograr un equilibrio entre los alimentos ingeridos y la energía utilizada para realizar las actividades diarias.

Para bajar de peso será entonces necesario un aporte nutritivo menor a los requerimientos energéticos del cuerpo para obligar al organismo a utilizar los depósitos de grasa y obtener así el “combustible” que necesita para mantener de forma óptima todas las funciones.