Los aceites vegetales son perfectos para el desmaquillaje del rostro. Además, cada vez son más las mujeres que los utilizan por sus beneficios para la piel. Pero, ¿qué aceites se deben utilizar y cómo hacerlo?

La mayoría de las mujeres están cansadas de gastar dinero en productos de cuidados para el rostro. Además llega el momento de integrar productos naturales en la rutina del desmaquillaje. Los aceites vegetales podrían responder perfectamente a estas expectativas. Pero cuidado, no todos los aceites se pueden aplicar sobre el rostro. Veamos cómo escoger el aceite vegetal que mejor se adapta a cada piel, para un desmaquillaje suave y eficaz.

El buen aceite desmaquillador

Hoy en día existen múltiples aceites vegetales para un desmaquillaje biológico eficaz y sin gastar demasiado dinero. Coco, argán, macadamiza, almendra, oliva, la paleta es amplia. Pero todos estos aceites no se adaptan bien al desmaquillaje de la cara. El aceite de coco, por ejemplo, favorece la aparición de puntos negros, lo que puede agravar la situación provocando que salgan granos. Se debe optar por un aceite vegetal no comedogénico, como el aceite de jojoba, de nuez, o de aguacate.

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El aceite que mejor se adapta a la piel

En función del tipo de piel y de los beneficios que se buscan, existe un aceite vegetal adaptado. Para la piel seca o deshidratada, el aceite de argán y de macadamia son los mejores para la epidermis. En pieles maduras, el aceite de espino, con virtudes antioxidantes y suavizantes es el más indicado. Si no se sabe por qué aceite vegetal optar para un desmaquillaje suave, se puede escoger el aceite de almendra dulce o de hueso de albaricoque, porque se adaptan a todas las pieles.

El procedimiento

Una vez que disponemos del aceite vegetal ideal para nuestro tipo de piel, tan solo queda probar la eficacia de este desmaquillador natural, ecológico y económico. Hablamos de un producto que no engrasa la piel, contrariamente a lo que se podría imaginar, y que es muy eficaz, incluido para retirar los restos de la máscara.

Desmaquillarse el rostro con miel, limón, y vaselina

Para retirar el maquillaje del rostro sin tener que invertir demasiado dinero en productos cosméticos difíciles de encontrar, existen tres preparaciones al alcance de cualquier persona y que se adaptan bien a todos los tipos de piel.

Desmaquillar con aceite: mezclar en un frasco hermético 100 mililitros de aceite de cáñamo, 60 mililitros de aceite de hueso de albaricoque, y 15 mililitros de agua de cal. Se homogeneiza cuidadosamente mezclando bien. Se agita el frasco antes de cada uso.

Desmaquillar con miel: mezclar bien tres cucharadas soperas de agua mineral, tres cucharadas soperas de leche, y dos cucharadas soperas de miel. Hay que remover hasta que la preparación quede bien homogénea. Esta leche desmaquilladora se conserva varios días en la nevera, y se utiliza como cualquier leche desmaquillante.

Desmaquillar con limón y aceite de almendra dulce: mezclar un volumen de jugo de limón, un volumen de vaselina, y un volumen de aceite de almendra dulce. Se agita bien hasta obtener una preparación homogénea. Luego se pone en un frasco hermético que se debe agitar antes de cada uso.

Fabricar el desmaquillante en casa

A fuerza de desmaquillarse con algodón y desmaquillantes demasiado agresivos, la piel empieza a mostrar pequeños signos de cansancio. Si tenemos una piel tirante, o que enrojece después de cada sesión de desmaquillaje, entonces conviene preparar de forma casera una loción desmaquillante suave y eficaz.

Un desmaquillante eficaz para el rostro y los ojos puede ser preparado con un poco de aceite de oliva o con otro aceite escogido en función del tipo de piel. Se debe tomar un recipiente hermético y hervirlo para esterilizarlo. Se vierte una cucharada de café de aceite en el frasco y se añade un vaso de agua filtrada hervida y enfriada. Se cierra y se agita con vigor.

Ahora solo queda aplicar la loción mágica sobre un pequeño disco de algodón para borrar con suavidad y eficacia los restos del maquillaje de la cara.

Limón y menta

Para esta preparación conviene hacer una infusión con hojas de menta, dejar enfriar y añadir al final una pequeña cucharada de zumo de limón. Esta pequeña poción mágica ayuda a purificar y desinfectar la piel sensible.