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Sirviendo de base de métodos para adelgazar como Atkins o Dukan, la dieta de las proteínas produce resultados casi inmediatos debido a que la ingesta de proteínas dan como resultado el satisfacer el apetito y lo hacen de manera más efectiva que los carbohidratos o las grasas.

Según un estudio publicado en la revista American Journal of Nutrition los participantes que consumieron proteínas sintieron menos apetito y perdieron más peso ni bien se redujeron en su dieta las grasas en un 20%, mientras que las proteínas se incrementaron en un 30% y los carbohidratos se dejaron en el 50%.

Dieta de las proteínasAsí, las dietas altas en proteínas pero a su vez moderadas en hidratos de carbono con el agregado de una actividad física frecuente son claves para adelgazar y no pasar hambre.

Los nutricionistas coinciden en que la dieta de las proteínas es beneficiosa desde el momento en que el cerebro recibe niveles más bajos de estímulos sobre las hormonas del apetito, algo totalmente contrario a lo que sucede con los carbohidratos que provocan un aumento de esas mismas hormonas.

Muchas personas se preguntan entonces cuántas proteínas necesitan consumir diariamente y en este punto los especialistas responden que lo recomendable es incluir en la dieta entre un 10% a un 35% de proteínas siempre sobre el total de calorías que se toman diariamente. O sea, que en una dieta de 1800 calorías se deberían consumir entre 45 gramos hasta 218 gramos diarios de proteínas.

La mayoría de los expertos recomiendan a quienes desean adelgazar consumir 120 gramos de proteínas diarias y si se desea aumentar ese porcentaje debe hacer de forma gradual durante el lapso de una semana

Para tener un control del apetito correcto se aconseja dividir la cantidad de calorías diarias en pequeñas comidas a lo largo del día incluyendo la merienda ya que cuanto más veces se coma menos hambre se tendrá, siendo ideal unas 5 comidas diarias.

Entre los alimentos altos en proteínas se encuentran las carnes magras, pero también es posible hallarlas en las frutas y verduras, mientras que las grasas más saludables siempre estarán en los cereales, aceite de oliva, pescados, aceitunas, aguacate y frutos secos como las nueces, con la condición de buscar siempre consumir fuentes de proteínas ricas en nutrientes como los productos lácteos bajos en grasa.