La primavera es el periodo escogido por muchas personas para comenzar un régimen de adelgazamiento. Para las mujeres que más se preocupan de su apariencia, los primeros intentos con la ropa del verano permiten comenzar a concienciarse de la necesidad de perder peso.

Es verdad que la ropa de verano camufla más o menos bien la grasa localizada y acumulada durante el invierno. Además, la posibilidad de elegir entre diferentes tipos de fruta y verdura con la llegada del verano, así como las ganas de comer productos de temporada, facilita el paso a la acción.

Los kilos de siempre

Es evidente que las motivaciones pueden ser muy diferentes de una persona a otra. Se puede tratar de kilos que se han cogido durante el invierno, o de un sobrepeso más antiguo, pero que también deseamos perder. Para cada uno de estos casos la respuesta no puede ser la misma.

En el primer caso, los platos del invierno son los culpables del aumento de peso estacional. Normalmente estas personas tienen poco peso que perder, y la grasa acumulada que hasta ahora pasaba desapercibida, de repente se puede ver. Los primeros calores empujan a muchas mujeres a comenzar un régimen, a veces drástico, para eliminar los excesos de grasa del invierno.

Playa

Pérdida de peso y salud

Si el IMC se sitúa por encima de 25, existe una razón médica para hacer un régimen. Los hábitos alimenticios deben revisarse en profundidad. Es inútil, e incluso peligroso, pretender perder rápidamente algunos kilos antes del verano. Pero el resultado sería catastrófico, y estas personas volverían a recuperar rápidamente los kilos perdidos.

Este efecto puede ser muy desmoralizador. De forma ideal, no debemos esperar a la llegada de la primavera para empezar a preocuparnos por el exceso de peso, sino que el régimen tiene que empezar mucho antes. Pero si para algunas mujeres la llegada del calor supone una motivación suplementaria, entonces conviene aprovechar este periodo para empezar a adelgazar.

También es cierto que la primavera, bajo los efectos del sol, es un periodo en el que nos sentimos bien. Por esta razón son muchas las personas que empiezan a preocuparse un poco más de sí mismas. Al contrario de lo que ocurre en invierno, donde tenemos tendencia a seguir una alimentación más rica, con la llegada de los días soleados preferimos ingerir alimentos frescos, y más ligeros.

Finalmente dejamos de lado los platos con diferentes tipos de salsas, y nos inclinamos por comer platos a la plancha, ensaladas, donde es más fácil controlar el propio peso.

En conclusión, es importante adoptar los buenos hábitos alimenticios durante todo el año para evitar tener que tratar estas variaciones importantes de peso durante un periodo determinado del año.

En cualquier caso, la primavera es una buena ocasión para comenzar de nuevo a plantearse la alimentación. Particularmente es interesante disfrutar del bienestar que genera esta temporada para recuperar la línea y luego seguir con estos buenos hábitos el resto del invierno.

Régimen suave y sin presión

Si empezamos pronto a preparar el cuerpo de cara al verano, no es necesario empezar a adelgazar demasiado rápido. No solamente es algo desaconsejable por todos los nutricionistas, sino que, además, adelgazar demasiado rápido conlleva riesgos, como por ejemplo volver a recuperar el peso, incluso aumentarlo más allá del peso inicial, es decir que estamos hablando del famoso efecto yoyo.

De media, la pérdida de peso se sitúa alrededor de un kilo por semana. Esto es un régimen para adelgazar sin presión. Y si todavía no se ha alcanzado el peso deseado cuando llega el mes de julio, los primeros kilos perdidos nos permitirán mantener la motivación.

Reafirmar el cuerpo

Cuando llega el verano, además de querer adelgazar gracias a un régimen, también deseamos reafirmar la silueta y afinar ciertas partes del cuerpo. Normalmente nos centramos en las piernas y en el vientre.

El deporte, incluso en pequeñas dosis, tiene efectos sobre la firmeza del cuerpo y la carga ponderal. Debemos elegir ejercicios de refuerzo muscular como salir a caminar, montar en bicicleta, o nadar. Además, con la natación aumentamos la tonicidad de la piel.

Podemos empezar practicando deporte algunas semanas antes del verano y obtener resultados visibles. No cabe duda de que todos estos consejos relativos a la pérdida de peso antes del verano son válidos para el resto del año.