Para ciertas personas, coger un resfriado es una fatalidad, sobre todo cuando los días se acortan y que las noches se hacen más frías. Sin embargo, puede ser posible evitar un resfriado, o al menos combatirlo aplicando algunos consejos prácticos.

Más vitaminas, menos productos lácteos

Para evitar gripes y resfriados en invierno, no hay nada mejor que una dosis frecuentes de vitamina C natural. Esta última estimula la producción de glóbulos blancos y neutraliza los radicales libres que dañan los tejidos. Una gripe o un resfriado constituyen normalmente un medio para el organismo para evacuar las residuos acumulados en verano. Para reducir las secreciones abundantes, más vale evitar cualquier abuso de alimentos ricos tales como los quesos y el alcohol. Es preferible limitar el consumo de productos lácteos, aquellos que favorecen generalmente la producción de flemas. De esta forma se reducen los riesgos de congestión nasal, si se sufre un resfriado en invierno.

Más equinácea y menos antibióticos

La equinácea es un producto natural cuya acción permite reforzar el sistema inmunitario. De esta forma, el organismo identifica y destruye con mayor rapidez las bacterias y los virus. Gracias a sus propiedades antifúngicas, la equinácea elimina los microorganismos indeseables, tales como los hongos que provocan la candidiasis, y favorece el crecimiento de las bacterias beneficiosas y de la flora intestinal. Además, este producto natural provoca muchos menos efectos secundarios que su equivalente farmacéutico.

Mujer enferma

Los antibióticos, por el contrario, no permiten generalmente evitar un resfriado o una gripe. Son útiles para combatir una infección bacteriana, pero no valen para tratar una infección viral, porque estos medicamentos destruyen a la vez las buenas y las malas bacterias aumentando la probabilidad de infecciones bucales y de problemas intestinales al perder la flora intestinal y debilitar el sistema inmunológico.

Las tisanas: útiles para evitar un resfriado

No hay nada mejor que una buena tisana para desintoxicar el organismo. Beber con frecuencia una tisana de ortigas evita coger un resfriado. Las hojas de ortiga contienen hierro, vitamina C, calcio y otro tipo de minerales. Una alternativa para la ortiga es el jengibre, eficaz para calentar y purificar los tejidos. Este fantástico producto tónico para la sangre posee igualmente propiedades antiinflamatorias. Una infusión de jengibre es muy eficaz para combatir el resfriado, estimulando la circulación y aumentando la temperatura. No hay que dudar a la hora de añadir un poco de zumo de limón y de miel a la tisana de jengibre.

Alimentos para prevenir resfriados

Bajo la premisa de mantener una dieta saludable y equilibrada como fundamento de nuestra alimentación también podemos potenciar de algunos alimentos que nos ayuden a prevenir los catarros y resfriados, así se recomiendan aquellos con propiedades antivirales y bactericidas tal como el ajo y la cebolla, así como también los ricos en vitamina C en los que se incluyen los cereales integrales y las legumbres. También es conveniente consumir alimentos ricos en vitamina C, como la naranja, los limones o los pomelos, las verduras de hojas verdes oscuras como las coles o el brocoli y los productos ricos en vitamina A como la zanahoria, el hígado y la caballa.

Lo que no se debe hacer

No se debe calentar en exceso las habitaciones de la casa, porque los cambios bruscos de temperaturas aumentan la sensibilidad a la infección. No obstante, hay que salir a la calle en algún momento. Con la llegada del invierno, conviene realizar una cura de vitamina C y sobre todo, vestirse de forma cálida, con gorro de lana, guantes y bufanda. También conviene reforzar el sistema inmunitario. Es el momento de realizar comidas nutritivas y bien equilibradas, descansar lo suficiente, y controlar el nivel de estrés. No olvidemos que una persona estresada ve cómo su inmunocompetencia se reduce.

Cuidado con la contaminación

Si ya se ha cogido un resfriado, hay que evitar al máximo contagiar a los demás. Se puede empezar por tirar el pañuelo de papel tras haberlo utilizado. Igualmente, hay que lavarse las manos cada vez que se suenan los mocos. No se deben usar pañuelos de tela, puesto que son auténticos nidos de microbios. Es preferible usar pañuelos de papel. En caso de querer utilizar pañuelos de tela, hay que lavarlos frecuentemente con lejía.

En caso de tos, hay que taparse la boca, evitando que los microbios se diseminen. Igualmente, no se deben compartir los cubiertos, ni tampoco el cepillo de dientes.

Vivir con un resfriado

Para evitar demasiado sufrimiento con el resfriado, es aconsejable beber en abundancia. Por supuesto hablamos de agua, para combatir la deshidratación. Tampoco conviene fumar y mantenerse alejados de los espacios cerrados y cargados de humo. En caso de obstrucción nasal, hay que levantar la cabeza de la cama. El sueño se concilia mucho mejor. Finalmente, no hay que olvidarse de lavarse las manos cuidadosamente y con frecuencia.