Hacer deporte sin cansarse demasiado ya es posible con la Power Plate. Se trata de una excelente iniciativa para las más sedentarias, para que por fin pasen a la acción. Lo ideal es utilizarla para reforzar los músculos antes de pasar a deportes más intensos como el jogging o la natación. En todo caso, se puede utilizar en el marco de una reeducación específica.

La Power Plate refuerza los músculos, incluso el corazón

La Power Plate es una plataforma vibratoria que produce aceleraciones capaces de hacer trabajar los músculos con mayor rapidez que cuando se realiza un ejercicio normal. Hasta 20 veces más, según indica la marca que comercializa la Power Plate.

Hay que decir que este aparato ha sido objeto de estudios científicos y clínicos, mostrando que esta práctica ejerce un impacto beneficioso sobre la función cardiorespiratoria y sobre el refuerzo muscular, los dos elementos más importantes para testar la eficacia de la actividad física en general.

En todo caso, debemos tener cuidado puesto que las demostraciones están basadas estrictamente en posturas bien definidas, a condición de tener la buena frecuencia de aceleración. Dicho de otra forma, es preferible practicarlo en un marco bien definido, al menos al principio, antes de lanzarse en una práctica regular y frecuente.

Muchos estudios llevados a cabo en hospitales muestran que el entrenamiento sobre la Power Plate mejora la ventilación respiratoria del 15 al 20%, lo que es lo normal en una persona sedentaria que sigue un entrenamiento deportivo clásico.

Los beneficios de la Power Plate

La Power Plate actúa indirectamente: haciendo trabajar los músculos, activa la microcirculación, lo que repercute lentamente en la actividad del corazón, con poco esfuerzo.

Por esta misma razón se utiliza para la reeducación, con el fin de obtener un refuerzo cardíaco. Pero cuidado una vez más, con la condición de practicarlo dentro del marco establecido por un terapeuta, con un trabajo suave y que sea progresivo.