Cuidados zen: un océano de beneficios

En el primer puesto de los cuidados zen, están aquellos que proceden del mar. En el programa se presentan aromas marinos y activos sacados de los minerales y oligoelementos, en perfecta armonía con la piel. Las algas son conocidas por sus propiedades anticontaminación, antiestrés, y antifatiga.

Al final, un cóctel de nutrientes desestresantes capaz de atravesar la barrera cutánea para nutrir la piel y regenerarla desde el interior, bien en cuidados faciales, corporales o capilares.

Cuidados zen: la fuente

Las aguas termales que se sacan de la naturaleza de los minerales y de los oligoelementos, ayudan al organismo a protegerse de las agresiones, como el estrés, y permiten salvar la piel dañada a través de una serie de cuidados y cosméticos zen.

Sus microorganismos actúan sobre las terminaciones nerviosas de la epidermis y permiten combatir las agresiones. En el top se encuentra el brumizador, que se utiliza para refrescar y distender la epidermis en cualquier momento del día. La mayoría de las marcas ofrecen un modelo parecido.

Cuidados zen: los beneficios del té

Conocidos por sus activos antioxidantes (vitaminas A, C, E y flavonoides) que reducen los radicales libres y combaten eficazmente las agresiones del tiempo, del estrés, de la contaminación o del tabaco, el té verde se inscribe bien dentro de los cuidados zen.

Se encuentra en muchas gamas de cosméticos para el rostro, el cuerpo, los cabellos, y también en perfumes. También existe la versión té blanco, un placer que durante mucho tiempo estuvo reservado exclusivamente a los emperadores chinos.