El peinado sigue nuestro propio estilo de vida: un día natural, otro día más sofisticada, o quizás algo más clásica. Para cambiar de peinado, en función del estado de ánimo, sólo el uso de productos para el pelo específicos permite obtener diferentes formas y resultados en a penas unos segundos.

La cera es una pomada para peinar, una pasta al agua que se utiliza para definir mejor el corte de pelo. Efectivamente crea un efecto mojado. Se trata de modelar el pelo sin hacerlo pesado, ni grasiento. La cera permite dar un poco más de brillo en las puntas y dominar los rizos, incluso las mechas más rebeldes.

Para aquellas que utilizan gel, os diré que estos dos productos se emplean de la misma manera. La ventaja de la cera es que el peinado no se deshace cuando pasáis la mano por encima de la cabeza. Las mechas que hayáis resaltado permanecen hasta lavarlas de nuevo, o al menos hasta que se vuelvan a cepillar.

Utilización

Esta cera puede ser utilizada en cabellos de mediana longitud, o más espesos, pero se debe evitar en cabellos finos. Es ideal para añadir textura y estilo al pelo corto, y va muy bien para cortes por capas o en degradado. Se puede usar sobre cabellos húmedos y se deja secar al aire, también se puede aplicar sobre cabellos secos, si se busca una mayor definición.

Aplicar un poco de cera en el hueco de la palma de la mano; calentar el producto entre las manos, masajear y aplicar sobre las puntas que queréis resaltar estirando el pelo.

También se puede alisar, modelar el cabello hasta obtener un look informal o ligeramente casual.

Architect Wax

Estructurar, texturizar, hacer brillar… se trata de un aliado polivalente. Su textura nacarada refleja la luz y ofrece un brillo de vinilo a las mechas. Con su efecto texturizante, Architect Wax estructura tanto como define. Con su acción es posible obtener estilos desenfadados, como estilos mucho más estudiados y sofisticados.

Y qué decir de su fórmula a base de agua que facilita la eliminación del producto en el cabello y relega a un segundo plano la obligación de lavarlo, cosa casi inevitable, cuando se aplican otras ceras moldeadoras.