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Una isla pequeña ubicada en el archipiélago japonés llamada Okinawa es conocida por la esperanza de vida que tienen sus pobladores,  que es de 82 años ya sean hombres o mujeres y la característica que más se destaca es el hecho que envejecen de forma excelente y en plena forma.

¿Cuál es el secreto de la dieta de Okinawa?

Según Jean-Paul Curtay, que ha escrito un libro sobre Okinawa,  existen diversos factores que pueden dar una explicación a esta larga vida con una salud magnífica, entre ellos:

Controlar las cantidades que se ingieren: No es preciso comer hasta sentir que el estómago está lleno. La dieta de Okinawa aconseja dejar de comer cuando el 80% del hambre ha sido saciada. Tiene como principio el no sentirse pesado luego de comer.

Las verduras: Representan aproximadamente el 70% de la alimentación, completándose el menú diario con pescado. El consumo de soja es altamente aconsejable agregándola en todas las comidas , conjuntamente con el té, arroz y especias, mientras que las frutas se consumen en poca cantidad porque son consideradas como un artículo lujoso por su alto precio.

Pescado y Carne: Esta dieta recomienda el consumo de mayor cantidad de pescado que de carne. Se aprovecha las virtudes del pescado y se busca limitar los aportes alto de hierro ya que con ello se aumenta el riesgo de oxidación.

Mantenerse en movimiento: Es fundamental, los habitantes de Okinawa practican Tai Chi Chuan, caminan diariamente, trabajan hasta una edad avanzada, juegan al croquet, inclusive es de destacar que en la isla de Okinawa nació el Karate.

Descanso y serenidad: La dieta Okinawa tiene en cuenta el descanso, los habitantes de la isla por ejemplo una vez a la semana se dirigen a la playa para agradecer el hecho de estar vivos. Saber tomarse los tiempos para cada cosa, hacer una pausa. Por ejemplo antes de comer se puede hacer una pausa respirar de forma profunda y sentir nuestro cuerpo. Una forma de dejar el estrés de lado y no comer demasiado.

La vida comunitaria: Importante es el hecho de pertenecer a un club de barrio o entidad similar donde exista la vida comunitaria y las muestras de solidaridad.

Es importante adaptar esta dieta de forma personalizada, ya que no existe una que sirva de forma global. Así, se aconseja la reducción de la carne roja sin eliminarla por completo.

Asimismo, el régimen de Okinawa no tiene entre sus comidas los productos lácteos y para evitar las carencias deben consumirse productos enriquecidos con calcio.

Esta es una dieta a la cual es conveniente pasarse de forma gradual introduciendo los cambios poco a poco para que el organismo pueda adaptarse a nuevos hábitos alimentarios.