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La dieta de los alimentos combinados no es nueva, en realidad tiene muchos años ya que se inició en los años 30, siendo una creación de William H, un escritor conocido en la época que se dedicaba a escribir precisamente libros sobre dietas.

Las recomendaciones eran que los almidones debían consumirse en forma separada de las proteínas.

Pasaron los años y en 1981, Judy Mazel, conocida como la gurú de la nutrición y Michael Wyatt, sacaron al mercado dieta Beverly Hills, con la consigna que era un plan para toda la vida fundamentado en la combinación de alimentos, fue publicado su libro en 1985 y sigue teniendo adeptos.

Se basa en el hecho que las enzimas que las frutas poseen provocan que se quemen los depósitos de grasa y proteínas extras, idea ésta que no fue comprobada científicamente.

En el libro de la dieta de Beverly Hills se sugiere consumir sólo frutas y jugos de fruta antes de mediodía, teniendo el plan una duración de seis semanas.

En este plan durante los primeros diez días sólo pueden comerse frutas, en porciones generosas, luego de ese tiempo comienzan a agregarse alimentos como pan, mantequilla, proteínas como carne de res o también langosta se agregan a partir del día 19.

Entre las ventajas de la dieta está el hecho de perder peso de forma rápida, pues las frutas son bajas en calorías.

Por otra parte, una vez superados los primeros diez días se permite comer una variedad grande de alimentos que en otras dietas rápidas no se encuentran incluidos.

Uno de los principios básicos es evitar la mezcla de proteínas, grasas y carbohidratos, pues esta combinación causaría desórdenes digestivos, algo que provoca el sobrepeso además de acarrear depresión, falta de energía, tensión nerviosa y que tanto los cabellos como la piel se vuelvan opacos.

Lo negativo es que no existe una evidencia a nivel científico que asegure que el cuerpo procesa estas combinaciones y en cuanto a la salud es una dieta muy baja en nutrientes vitales y esto puede traer problemas.

Por otro lado, es una dieta monótona y que tiene efecto “rebote” o se que en cuanto se deja de realizar se recupera el peso perdido y en ocasiones se ganan algunos kilos más.

Como es baja en proteínas esto hace que los músculos y tejidos se desgasten cuando se realiza por más de diez días.

En definitiva, no es una dieta para recomendar sobre todo para quienes necesitan perder una gran cantidad de kilos, en todo caso podría seguirse como una dieta rápida pero no realizarla por demasiados días, para no tener problemas de mala nutrición.