Todos hemos pensado alguna vez en hacer una reforma en la casa, y en cambiarlo todo. Por ejemplo, unir el salón y la cocina, dándole un toque americano, o quizá si el dormitorio estaba en otra zona de la casa, si se cambia de sitio podemos tener mejores vistas. Si se va a efectuar una reforma integral de la casa, o que se va a comprar una casa más antigua para conseguir finalmente la casa de nuestros sueños, es necesario ponerse en contacto con empresas de reformas, y por eso ofrecemos una serie de consejos y etapas clave para que el proyecto salga adelante con total éxito.

Evidentemente, todos tenemos un montón de ideas sobre la manera en la que deseamos ver el resultado final, qué tipo de decoración aplicar, y cuál será la distribución final de todas las habitaciones, incluso si sabemos que cuando comienza el proceso, uno se siente verdaderamente perdido.

Hoy pretendemos ofrecer las fases lógicas a través de las cuales todos los proyectos se producen, y cómo aplicarlas. Siguiendo todos estos pasos, el éxito está garantizado.

Reforma casa

Las medidas ideales para la casa

En un primer momento debemos ser realistas. Tenemos que pensar en la casa que se va a renovar y en sus características actuales. Hay que ser conscientes del espacio del que disponemos para poder adaptarnos correctamente. Además de esto, hay que analizar el tipo de vida que vamos a llevar dentro de la casa. Por eso es importante establecer una lista lo más detallada posible sobre el número de habitaciones que deseamos, si existe espacio suficiente en la cocina, si se requiere un mayor número de armarios, y también por ejemplo el tipo de ventanas.

El cálculo de los costes

Una vez que empezamos con esta segunda etapa, empezamos a sentir la amplitud que abarca la reforma integral de la casa, así como las características particulares de las personas que van a vivir en ella, igualmente de qué manera esto puede modificar la rutina cotidiana.

Primeramente vamos a diseñar un proyecto y de qué forma las diferentes habitaciones y espacios estarán situados. Las preguntas habituales que conviene formularse son estas: ¿puedo colocar una habitación aquí? ¿Debemos integrar rosetas para la electricidad, el teléfono y la televisión? ¿Se puede hacer una chimenea en el centro de la habitación para crear un ambiente más cálido? Y por supuesto, ¿cuánto va a costar todo?

Una vez precisadas las necesidades, es el momento de acudir a un arquitecto. El profesional debe aconsejar sobre la mejor manera de llevar a cabo el proyecto con el fin de que dispongamos de todo aquello de lo que tenemos realmente necesidad, aprovechando al máximo el espacio, y controlando los costes del trabajo. El arquitecto nos informa sobre los costes aproximados, la reglamentación vigente, las licencias, e incluso comunicar a la comunidad de propietarios el tipo de obras que se van a realizar.

Una vez acabada esta etapa, sabremos si todo lo que teníamos pensado es posible llevarlo a cabo. Igualmente conoceremos cuál será la distribución final que deberíamos aplicar, y qué partes del proyecto deberíamos abandonar. Así es como se puede llevar el control de los gastos, igualmente saber de qué manera se puede financiar o aumentar el presupuesto.

Cocina de diseño

Los profesionales de la reforma integral de la casa

Tenemos que ser conscientes del proyecto en el que nos vamos a embarcar y actuar en función de su amplitud. Se trata pues de buscar las empresas que ofrecen confianza, ver ejemplos de proyectos terminados, incluso tener una primera cita con cada uno de los que nos merecen mayor fiabilidad para la realización de la reforma.

No olvidemos que el factor humano en este tipo de proyectos es un elemento muy importante a tener en cuenta. Debe existir una armonía entre el arquitecto, la empresa de reformas, y el cliente.

Una vez finalizadas estas etapas, se puede obtener un presupuesto final, proceder a una comparativa en profundidad, y determinar cuál es la empresa que se adapta mejor a las necesidades personales y a nuestro presupuesto.

Participación activa en el proceso de ejecución

Debemos participar activamente en el desarrollo de la reforma, siempre que sea posible. Esto permite que seamos conscientes del desarrollo de las obras, y descubrir progresivamente los progresos que se producen y los trabajos que van siendo terminados. Esto permite rectificar, si fuera necesario, una parte del proyecto para adaptarlo mejor a la realidad.

A veces es posible que lo proyectado no termine de convencer. De igual modo, esta parte de participación activa permite añadir elementos que en un principio no habían sido contemplados.