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Una relación de pareja es susceptible de sufrir periodos de crisis. De forma curiosa, mientras que el verano podría resultar esa etapa idíllica de cambio, en realidad, representa un punto de inflexión en la vida de muchas parejas que han estado distanciadas durante el año como consecuencia del trabajo y de pronto, en periodo de vacaciones, se encuentran de nuevo. Ante este nuevo reencuentro, puede suceder que las parejas sientan que no se conocen lo suficiente o que el otro ha cambiado mucho.

En realidad, lo importante es iniciar el verano como una etapa en la que romper la rutina con iniciativas de planes en común y con toques románticos para redescubrir a tu pareja y que a su vez pueda conocerte mejor a ti. El amor es un trabajo constante, un camino marcado por etapas de acercamiento y otras de más distancia. ¿Cómo evitar las crisis estivales y mejorar tu relación de pareja en verano?

Cómo evitar las crisis de pareja en verano1. En primer lugar, es muy importante que más allá de estar de vacaciones y de tener mucho tiempo para estar juntos, cada uno pueda tener su propio espacio para estar a solas, cultivar sus aficiones o hacer cosas de forma autónoma. De lo contrario, el amor estival se vuelve asfixiante y agotador.

2. El verano es un tiempo idóneo para compartir planes con la familia en general: padres, hermanos, sobrinos, hijos… Pero también es muy importante que la pareja concilie los planes sociales con la intimidad de disfrutar de espacios propios en los que poder dialogar y cultivar la relación.

3. Siempre hay que aprender a ceder pensando en lo que de verdad importa en una relación de pareja. Por ejemplo, a la hora de elegir el destino de vacaciones, otorga más prioridad a la compañía que al lugar elegido para disfrutar de unos días de relax.

4. Durante el año, existen planes que pueden hacerse con menos frecuencia o actividades que quedan en un segundo plano ante la urgencia de atender otros asuntos. En ese caso, aprovecha de verdad el tiempo de vacaciones para recuperar todos los espacios mal aprovechados a lo largo de los meses previos. El trabajo es importante pero tu familia y tu pareja también lo son.

5. Reflexiona sobre los posibles errores cometidos en veranos anteriores para mejorar tu relación de pareja y evitar tropezar dos veces en la misma piedra. La experiencia sirve para aprender.

6. Déjate conocer por tu pareja, comparte tus puntos de vista, aporta tus ideas, muestra interés por comprender a tu pareja, practica la escucha activa y déjate envolver por la magia del verano que refuerza el valor de las relaciones personales como motor de felicidad.

Invierte tu tiempo de vacaciones en desconectar del trabajo y en celebrar cada día de tu vida.